Una dragona de Komodo, en peligro de extinción, puso una docena de huevos
Ora, la dragona de Komodo que acoge el Zoo Bioparc
Fuengirola en Málaga, España, ha puesto una docena de huevos fruto de su
relación con Reo, un macho que también reside en el lugar y al que hace unos
meses operaron de cataratas para mejorar su calidad de vida y facilitar su
reproducción. Si bien todavía habrá que esperar un par de meses para saber con
certeza cuántos de ellos son fértiles y ocho para que eclosionen.
Hace dos semanas, los veterinarios y miembros del
equipo de Herpetología del parque detectaron que Ora estaba más nerviosa de lo
habitual y que su comportamiento había cambiado. No paraba de acumular tierra
en una de las jardineras de su instalación, donde parecía querer ocultar algo,
y sin duda, así era.
Ora manifestaba una actitud propia de las hembras de
su especie -los reptiles de mayor tamaño del mundo- que acaban de realizar una
puesta, han explicado desde el centro. Primero, excavó un profundo nido; luego,
procedió a depositar los huevos en él; y finalmente tapó la cavidad y la ocultó
bajo tierra. Sus cuidadores estaban entusiasmados. "Debíamos controlar la
puesta para asegurarnos de que todo iba correctamente y dar con los huevos para
llevarlos a la zona de incubación", precisa el veterinario y director
técnico de Bioparc Fuengirola, Jesús Recuero, ya que "en esta especie las
hembras sólo los vigilan durante las primeras semanas y después se
desentienden".
El día de la puesta y después de más de cuatro horas
de excavación, los técnicos del centro lograron dar con los huevos a un metro
de profundidad y los sacaron cuidadosamente con el objetivo de trasladarlos
hasta una incubadora especial. En ella se simulan las condiciones ambientales
en las que se desarrollarían en la naturaleza, enterrados a gran profundidad y
aislados, pero con vermiculita -sustrato de incubación-, agua y los niveles de
temperatura adecuados de manera que se les "garanticen los niveles óptimos
de humedad y nutrientes para que salgan adelante", detalla Recuero.
A partir de los dos meses se podrá comprobar qué
huevos son fértiles y "a través de un ovoscopio sabremos si hay
fecundación", señala la responsable de Herpetología del zoológico,
Milagros Robledo. "Si todo va bien, veremos al pequeño embrión y algunas
venas, y con el tiempo este irá creciendo y llegará a ocupar todo el espacio.
Será prácticamente opaco", precisa. En ocho meses eclosionarán y habrá
nuevos dragoncitos de Komodo en el parque.
"El éxito de esta puesta viene labrándose desde
hace más de un año", precisan satisfechos desde el centro, donde albergan
esta especie de saurópsido de la familia de los varánidos originaria de las
islas de Indonesia central. Desde 2009, Bioparc Fuengirola y su fundación
colaboran en el Programa Europeo de Especies en Peligro (EEP) y en la
conservación del dragón de Komodo tanto 'ex situ' en sus instalaciones, como
'in situ' en la isla de Flores bajo el proyecto "Wae Wuul".
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