Descubren dos "supertierras" a 100 años luz de la Tierra que podrían ser habitables
Un equipo internacional de científicos dio a conocer
este miércoles el descubrimiento de dos "supertierras" que podrían
ser habitables y que orbitan alrededor de una pequeña estrella que se encuentra
a unos 100 años luz de la Tierra, según el artículo publicado en revista
especializada 'Astronomy & Astrophysics'.
El primer planeta -al que nombraron como LP 890-9b o
TOI-4306b- el más interno del sistema, fue identificado inicialmente por el
Satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito (TESS) de la NASA, una misión
espacial dedicada a la búsqueda de exoplanetas que orbitan estrellas cercanas.
Este planeta es aproximadamente un 30% más grande que la Tierra y completa una
órbita alrededor de la estrella en solo 2,7 días.
Los investigadores utilizaron telescopios terrestres
SPECULOOS (Search for habitable Planets EClipsing ULtra-cOOl Stars) para
confirmar la existencia de este primer planeta y también para sondear el
sistema en profundidad en busca de otros.
Así, mediante las observaciones obtenidas por
SPECULOOS, no solo confirmaron la existencia del primer planeta, sino que
también permitieron detectar otro que era totalmente desconocido. Este segundo
planeta es similar en tamaño al primero (alrededor de un 40% más grande que la
Tierra) pero tiene un período orbital más largo de unos 8,5 días. Este período
orbital sitúa al planeta en la llamada "zona habitable" alrededor de
su estrella.
"La zona habitable es un concepto según el cual
un planeta con condiciones geológicas y atmosféricas similares a la Tierra
tendría una temperatura superficial que permite que el agua permanezca en
estado líquido durante miles de millones de años", explicó Amaury Triaud,
profesor de Exoplanetología en la Universidad de Birmingham y líder del Grupo
de trabajo SPECULOOS.
Lo cual, dijo, "nos da licencia para averiguar
si el planeta tiene una atmósfera y, de ser así, estudiar su contenido y evaluar
su habitabilidad".
Aunque este segundo planeta "orbita muy cerca
de su estrella, a una distancia unas 10 veces menor que la de Mercurio
alrededor de nuestro Sol, la cantidad de radiación estelar que recibe es
todavía baja, y podría permitir la presencia de agua líquida en la superficie
del planeta, siempre que tenga una atmósfera suficiente", agregó Francisco
J. Pozuelos, uno de los principales coautores del artículo.
El paso siguiente para el equipo de investigación
será estudiar la atmósfera de este planeta. Como la estrella alrededor de la
cual orbitan se encuentra al límite de lo que se considera zona habitable, este
planeta "podría tener una atmósfera particularmente rica en vapor de agua,
lo que aumentaría sus señales atmosféricas", detalló Laetitia Delrez.
Por lo tanto, el descubrimiento anunciado
"ofrece una oportunidad única para comprender mejor y restringir las
condiciones de habitabilidad alrededor de las estrellas más pequeñas y frías de
nuestro vecindario solar", concluyó la astrofísica.
"El Satélite de Sondeo de Exoplanetas en
Tránsito (TESS) busca exoplanetas usando el método de tránsito, monitoreando el
brillo de miles de estrellas simultáneamente, buscando atenuaciones leves que
podrían ser causadas por planetas que pasan frente a sus estrellas",
detalló Laetitia Delrez, astrofísica de la Universidad de Lieja, quien anunció
el descubrimiento.
"Sin embargo, es necesario un seguimiento con
telescopios terrestres para confirmar la naturaleza planetaria de los
candidatos detectados y refinar las mediciones de sus tamaños y propiedades
orbitales", aseguró.
Este seguimiento es importante en el caso de
estrellas muy frías, como LP 890-9, que emiten la mayor parte de su luz en el
infrarrojo cercano y para las que TESS tiene una sensibilidad bastante
limitada. En cambio, los telescopios del consorcio SPECULOOS -instalados en los
observatorios de Chile y en la isla de Tenerife, entre otros lugares- están optimizados
para observar este tipo de estrellas con alta precisión, gracias a cámaras que
son muy sensibles en el infrarrojo cercano.
"El objetivo de SPECULOOS es buscar planetas
terrestres potencialmente habitables que transiten por las estrellas más pequeñas
y frías del sistema solar, como el sistema planetario TRAPPIST-1, que
descubrimos en 2016 gracias a un proyecto piloto con nuestro telescopio
TRAPPIST-South", recordó Michaël Gillon, codirector de la unidad de
investigación de Astrobiología en ULiège e investigador principal del proyecto
SPECULOOS.
"Esta
estrategia está motivada por el hecho de que dichos planetas resultan
particularmente adecuados para estudios detallados de sus atmósferas y para la
búsqueda de posibles rastros químicos de vida con grandes observatorios, como
el Telescopio Espacial James Webb", agregó.
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