El James Webb capta el nacimiento de un planeta a 60 años luz

La NASA logra observar directamente a TWA 7b, un exoplaneta en formación dentro de un disco de gas y polvo, a 60 años luz de la Tierra

Por primera vez, la astronomía ha logrado captar de forma directa el nacimiento de un planeta fuera del sistema solar. Se trata de TWA 7b, un planeta gaseoso con una masa similar a la de Saturno, observado por el Telescopio Espacial James Webb (JWST) mientras se formaba en un disco de polvo y gas que rodea a su estrella.

El hallazgo, considerado un hito en la exploración astronómica, ha sido liderado por la astrónoma francesa Anne-Marie Lagrange y publicado en la revista Nature. La imagen representa una prueba crucial para comprender el proceso de formación de los sistemas planetarios.

Cómo se captó el planeta en formación

El JWST utilizó un coronógrafo francés integrado en el instrumento MIRI, capaz de bloquear la luz de la estrella TWA 7. Gracias a esta técnica, el telescopio pudo detectar en el infrarrojo una fuente de calor asociada al planeta en plena formación. TWA 7, la estrella madre, tiene apenas 6,4 millones de años y se encuentra en la constelación de Hidra, a unos 60 años luz de distancia.

El planeta TWA 7b orbita dentro de un anillo angosto del disco protoplanetario, a 52 unidades astronómicas de su estrella, lo que equivale a 52 veces la distancia entre la Tierra y el Sol. Tiene una masa un 30 % menor que la de Júpiter, lo que lo convierte en uno de los planetas más pequeños jamás detectados por imagen directa.

Confirmación de teorías planetarias

Este tipo de observación da respaldo a una de las teorías más aceptadas sobre la formación planetaria: los planetas se originan dentro de discos de gas y polvo y, conforme crecen, generan huecos al limpiar la materia a su alrededor con su gravedad. Otros telescopios, como el ALMA y el Very Large Telescope (VLT), ya habían identificado vacíos en este disco, pero no fue hasta ahora que se confirmó su causa.

Un paso más hacia la detección de mundos habitables

El investigador Enric Pallé, del Instituto de Astrofísica de Canarias, comparó el hallazgo con “ver un bebé en su primera media hora de vida”. Por su parte, Francisco J. Pozuelos, del Instituto de Astrofísica de Andalucía, destacó la importancia del tamaño del planeta: “Estamos cada vez más cerca de poder detectar planetas del tamaño de la Tierra en zonas habitables”.

La observación de TWA 7b abre una nueva era en la exploración del universo, al demostrar que es posible detectar planetas más pequeños, más fríos y potencialmente habitables. La tecnología del James Webb se consolida así como una herramienta clave para comprender el origen de los mundos y, con ellos, el de la vida.

 

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