Rusia ofrece ayuda a SpaceX para llegar a Marte
El Kremlin tiende la mano a Elon Musk y propone una colaboración con SpaceX en exploración interplanetaria, mientras Trump y Putin reactivan el diálogo geoestratégico
La nueva etapa política en Estados Unidos tras la vuelta de Donald Trump
a la presidencia ha desatado una cadena de reconfiguraciones diplomáticas que no
solo afectan al conflicto de Ucrania, sino que se extienden hasta el espacio
exterior. En un giro inesperado, Rusia ha expresado públicamente su disposición
a colaborar con SpaceX en la carrera hacia Marte, abriendo una posible alianza
entre dos potencias históricamente enfrentadas.
Un nuevo contexto
internacional
Desde su llegada al
poder, Trump ha tensado las relaciones con Europa y enfriado el apoyo a
Ucrania, mientras que con Rusia ha dado pasos de acercamiento. Prueba de ello
es la reciente conversación telefónica mantenida con Vladímir Putin, donde
ambos líderes abordaron, según fuentes oficiales, cuestiones de seguridad
global, economía y energía. Este contacto, uno de los más cordiales desde la
invasión de Ucrania, marca un punto de inflexión en la política exterior
estadounidense.
En este marco de
distensión, Kirill Dmitriev, enviado especial del Kremlin para la cooperación
económica e internacional, sorprendía con unas declaraciones durante un foro
empresarial en Moscú. Dmitriev anunció que Rusia está dispuesta a colaborar con
Elon Musk y SpaceX en los vuelos a Marte, mostrando una clara voluntad de unir
fuerzas en la exploración espacial. “Sin duda, habrá una discusión con Musk en
un futuro próximo”, afirmó el alto cargo ruso, elogiando el papel del magnate
como “impulsor de los límites de los logros humanos”.
Una colaboración
estratégica
La propuesta rusa
incluiría a la agencia Roscosmos y a la corporación nuclear estatal, en un
intento por reactivar su papel en la conquista del espacio y beneficiarse de
las capacidades tecnológicas y financieras de la empresa estadounidense. La
iniciativa se interpreta también como una forma de fortalecer el perfil
internacional de Rusia en un terreno donde China y Estados Unidos disputan cada
vez más protagonismo.
La cercanía entre Musk
y el Kremlin ha sido objeto de controversia en el pasado. Según publicó The
Wall Street Journal en octubre de 2024, Musk habría mantenido contactos
regulares con Putin desde finales de 2022. Aunque SpaceX desmintió tajantemente
esta información, el hecho generó inquietud en altos cargos de la NASA y del
Pentágono. Bill Nelson, administrador de la agencia espacial estadounidense,
declaró que “si se confirma la existencia de múltiples conversaciones entre
Elon Musk y el presidente de Rusia, eso sería preocupante”.
Starship y el
calendario marciano
Mientras tanto, Elon
Musk sigue firme en su hoja de ruta: ha anunciado en su red social X que el
primer lanzamiento de la nave Starship hacia Marte está previsto para finales
de 2026, con misiones tripuladas entre 2029 y 2031. Por el momento, no se ha
pronunciado sobre la propuesta rusa, aunque la conexión entre Trump, el nuevo
clima diplomático y la agenda marciana podría derivar en una inédita
colaboración entre Moscú y SpaceX.
Lo que parecía ciencia
ficción —un acuerdo espacial entre Rusia y Estados Unidos en plena guerra de
Ucrania— se vislumbra ahora como una posibilidad estratégica. En plena pugna
por redefinir el orden mundial, Marte se ha convertido también en un nuevo
tablero geopolítico.
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