Descubren el motivo existencial por el que esta especie de pingüino deja morir a su primer huevo
El pingüino de Sclater o pingüino de las Antípodas
(Eudyptes sclateri) es una especie en peligro de extinción con una conducta
reproductiva muy poco común. Las dos únicas áreas en las que en la actualidad
se conoce la nidificación de esta especie se encuentran en las islas Antípodas
y las islas Bounty, dos de los archipiélagos más meridionales (al sur) de Nueva
Zelanda.
Una de las principales características de esta
especie es que sus puestas están formadas por dos huevos de tamaño
substancialmente diferente. En la mayor parte de los casos, además, los
progenitores destruyen o expulsan del nido al primero de los huevos y se
centran en la incubación y cría del segundo de ellos, siempre de mayor tamaño
que el primero.
Esta conducta ha intrigado durante años a los pocos
científicos que han podido estudiar a esta especie de hábitats remotos
pero ahora tiene una primera
explicación.
Un estudio liderado por Lloyd Spencer Davis, de la
Universidad de Otago, en Dunedin (Nueva Zelanda), indica que el rechazo del
primer huevo se debe a que los padres han adquirido una ventaja evolutiva que
les conduce a que, en situaciones de escasez de alimentos, opten por el huevo
de mayor tamaño, es decir por la cría con posibilidades de supervivencia. Los
resultados de esta investigación han sido publicados en la revista PLOS One
(edición on line 12 de octubre de 2022).
Los datos sobre población y reproducción de los
pingüinos de Sclater son bastante limitados, aunque se sabe que su número se ha
reducido drásticamente en los últimos 50 años y en la actualidad podría ser en
total de menos de 250.000 parejas.
En 1998, Lloyd Davis lideró una primera expedición a
las islas Antípodas para observar los hábitos de cortejo y puesta de huevos de
estos pingüinos. Los investigadores no han podido hacer ninguna otra expedición
de larga duración pero han recopilado
nueva información y han vuelto a analizar exhaustivamente los datos de hace
tres décadas para tratar de explicar el rechazo sistemático del primero de los
huevos en esta especie.Los pingüinos de Sclater presentan una variedad propia
del hábito reproductivo llamado reducción de cría, por el que algunas aves
ponen más huevos de los que pueden criar. Davis y su equipo han detallado que
hay, como media, cinco días de diferencia entre la puesta de cada uno de los
dos huevos y que antes o poco después de que se pone el segundo huevo, y los
padres rompen o expulsan deliberadamente el primer huevo en casi al mitad de
las nidificaciones.
El primer huevo puede ser pequeño porque se forma
cuando la hembra migra a la isla de nidificación, mientras que el segundo huevo,
formado una vez llegada a tierra y con menos pérdida de energía.
Este extraño comportamiento va acompañado de
sorprendentes fluctuaciones en los niveles hormonales . Un análisis de muestras
de sangre recolectadas de los pingüinos mostró que durante la puesta, las
hembras tenían niveles de testosterona tan altos como los machos. Sin embargo,
los niveles de testosterona disminuyeron en las hembras durante la incubación y
aumentaron en los machos, lo que puede ayudar a los machos a proteger el nido y
proteger a las hembras en incubación del acoso de otras aves, indica una nota
divulgativa difundida por la Universidad de Otago .
Los investigadores advierten que, a menos que los
pingüinos de Sclater reciban una mayor atención de la investigación y los
esfuerzos de conservación, la especie seguirá siendo poco conocida y, en última
instancia, su propia supervivencia podría verse amenazada.
La evidencia sugiere que el cambio climático está
afectando negativamente su reproducción en las islas Antípodas, con un mayor
número de tormentas y deslizamientos de tierra en las últimas décadas arrasando
partes de las colonias, matando a los pingüinos que anidan. Además, los cambios
en el océano alrededor de las islas ya han provocado una rápida reducción de las poblaciones de pingüinos de diversas
especies.
Los autores agregan: "Este estudio destaca la
paradoja de que una especie de pingüino tan intrigante y en peligro de
extinción sea tan poco conocida en la actualidad que los mejores datos que
tenemos provienen de hace casi un cuarto de siglo. Hay una necesidad urgente de
más investigación y una mejor comercialización de la conservación de esta
notable especie".
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