Detectan lagos salados en la luna Europa
En la búsqueda de vida fuera de la Tierra, las masas
de agua subterráneas en algunas lunas de planetas gigantes de nuestro sistema
solar figuran entre los objetivos más importantes. Por eso la NASA quiera
enviar la sonda espacial Europa Clipper a la luna Europa de Júpiter. Se sabe que,
bajo una gruesa corteza de hielo, esa luna alberga un gran océano global que
podría ser potencialmente habitable.
Pero cada vez hay más sospechas de que el océano no
es la única concentración de agua en Europa. A juzgar por unos análisis de
algunas de las observaciones de Europa realizadas por la sonda espacial Galileo
de la NASA, podrían existir lagos salados en el interior de la corteza helada
de esa luna, y algunos de ellos estarían bastante cerca de la superficie.
Cuanto más sepan los científicos sobre el agua que
puede albergar Europa, más probable será que sepan dónde buscarla cuando la
NASA envíe a la sonda espacial Europa Clipper en 2024 para realizar una
investigación detallada. La nave orbitará alrededor de Júpiter y utilizará su
conjunto de sofisticados instrumentos para recolectar datos científicos
mientras sobrevuela esa luna de cerca hasta un total de unas 50 veces.
Ahora, los resultados de un nuevo estudio ayudarán a
conocer mejor cómo pueden ser los lagos del subsuelo de Europa y cómo se
comportan. Un hallazgo clave hecho por el equipo de Elodie Lesage, científica
en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Estados Unidos, respalda
la sospecha que se tiene desde hace tiempo de que el agua puede brotar a través
de la superficie de Europa, ya sea en forma de penachos de vapor o como
actividad criovolcánica (similar a la volcánica de la Tierra pero con hielo en
vez de lava).
El modelo digital empleado en el nuevo estudio va
más allá, mostrando que si hay erupciones en Europa, probablemente procedan de
lagos amplios y poco profundos y no del océano global que se encuentra muy por
debajo.
En Europa, a profundidades de entre 4 y 8
kilómetros, el hielo tiende a romperse más fácilmente. A medida que las bolsas
de agua se congelan y expanden, podrían romper el hielo circundante y desencadenar
erupciones criovolcánicas, del mismo modo que explota una lata de refresco en
un congelador. Y las bolsas de agua que estallen probablemente serán anchas y
planas como tortitas.
En cambio, los lagos a una profundidad mayor de 8
kilómetros, al experimentar la congelación y expandirse, empujarían contra el
hielo más caliente que los rodea. Ese hielo es lo suficientemente blando como
para actuar de colchón, absorbiendo la presión en vez de reventar.
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