El Perseverance encuentra restos orgánicos en Marte
El cráter Jezero de Marte reunía características que
invitaban a pensar que podían conservarse restos orgánicos de antigua presencia
de agua. Este hecho podría indicar que el planeta rojo fue, en el pasado, un
entorno habitable y, por fin, el rover Perseverance ha permitido confirmar que
en Jezero hubo un gran lago.
La misión de la NASA aterrizó en el cráter el 18 de
febrero de 2021 y desde entonces ha recorrido más de 13 kilómetros en la
superficie marciana. Tras más de un año de arduo trabajo, el análisis de las
rocas excavadas por el Perseverance ha demostrado que existen signos de un
pasado acuoso que, además, cuentan con moléculas orgánicas que son la base de
la vida como la conocemos.
Parte de las muestras marcianas recogidas se
enviarán a la Tierra gracias a la campaña Mars Sample Return, en la que la NASA
colabora con la Agencia Espacial Europea (ESA). Los científicos han detallado
que las muestras de roca se han almacenado en tubos que regresarán a bordo del
European Earth Return Orbiter.
Ayer se publicaron tres estudios: uno en la revista
Science y dos en Science Advances. Dichas investigaciones son "muy
técnicos", según The Washington Post, pero sus autores los han traducido
para el medio de comunicación para que el público conozca la importancia de
dicho hallazgo.
Abigail Allwood, geóloga del Laboratorio de
Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, que trabaja con el rover y en Mars
Sample Return, considera el descubrimiento "asombroso": "En casi
todas las rocas encontramos compuestos orgánicos".
Además, los datos recopilados parecen indicar que a
través de las rocas podrían haberse movido "pequeñas comunidades de
microorganismos", gracias al transcurso del agua que hubo en Marte, según
Michael Tice, geólogo de la Universidad Texas A&M. El experto opina que la
investigación no podrá ser conclusiva hasta que traigan las muestras a la
Tierra, pero los estudios son bastante favorables.
Según los científicos, el gran lago que se situaba
donde ahora está el cráter Jezero existió hace alrededor de 3.500 millones de
años. En esa época, Marte no era el planeta frío y árido de ahora, por lo que
las condiciones del entorno podrían haber propiciado la vida como la conocemos.
Bethany Ehlmann, científica planetaria en Caltech,
asegura que, cuando las muestras lleguen a la Tierra, los investigadores
tendrán que hacerse nuevas preguntas: "¿Son simplemente orgánicos que se
lavaron en el sistema, tal vez de material meteorítico que era solo parte del
agua? Eso sería lo menos emocionante. ¿O son pequeños nichos de vida microbiana
que viven en las cavidades de estas rocas? Eso sería lo más emocionante".
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