Los ictiosaurios acudieron a criar a este lugar durante cientos de miles de años
Hasta 37 ictiosaurios han sido desenterrados en las
últimas décadas en un pequeño yacimiento en estado de Nevada, en Estados
Unidos, conocido como Parque Estatal de Ictiosaurios de Berlín (BISP). Hasta
ahora, la causa por la que tantos ictiosaurios murieron allí hace unos 230
millones de años era un misterio, pero un nuevo trabajo propone una
explicación.
En un trabajo publicado este lunes en la revista
Current Biology, un equipo de investigadores propone que el hallazgo de hasta
37 ictiosaurios de 15 metros de largo (Shonisaurus popularis) petrificados en
piedra se debe a que este lugar fue el sitio de cría de estos animales durante
cientos de miles de años y que siguieron un comportamiento similar al que se
observa hoy día en las ballenas.
"Presentamos evidencia de que estos
ictiosaurios murieron aquí en grandes cantidades porque estaban migrando a esta
área para dar a luz durante muchas generaciones a lo largo de cientos de miles
de años”, asegura Nicholas Pyenson, coautor del estudio. “Eso significa que
este tipo de comportamiento que observamos hoy en las ballenas existe desde
hace más de 200 millones de años”.
A lo largo de los años, algunos paleontólogos han
propuesto que los ictiosaurios del BISP (depredadores que se asemejan a
delfines gruesos de gran tamaño que han sido adoptados como fósiles del estado
de Nevada) murieron en un evento de varamiento masivo como los que a veces
afectan a las ballenas modernas, o que las criaturas fueron envenenadas por
toxinas como como de una floración de algas nocivas cercanas. El problema es
que estas hipótesis carecen de líneas sólidas de evidencia científica que las
respalden.
Para tratar de resolver este misterio prehistórico,
el equipo combinó técnicas paleontológicas más nuevas, como el escaneo 3D y la
geoquímica, con la perseverancia paleontológica tradicional al examinar
materiales de archivo, fotografías, mapas, notas de campo y cajón tras cajón de
las colecciones del museo en busca de fragmentos de evidencia que podrían ser
reanalizado
Aunque la mayoría de los sitios paleontológicos
mejor estudiados excavan fósiles para que los científicos de las instituciones
de investigación puedan estudiarlos más de cerca, la principal atracción para
los visitantes del BISP administrado por el Parque Estatal de Nevada es un
edificio con forma de granero que alberga lo que los investigadores llaman Quarry
2, un variedad de ictiosaurios que se han dejado incrustados en la roca para
que el público los vea y aprecie. La cantera 2 tiene esqueletos parciales de
aproximadamente siete ictiosaurios individuales que parecen haber muerto todos
al mismo tiempo.
“Cuando
visité el sitio por primera vez en 2014, lo primero que pensé fue que la mejor
manera de estudiarlo sería crear un modelo 3D de alta resolución a todo color”,
afirma Neil Kelley, profesor asistente en la Universidad de Vanderbilt y autor
principal del estudio. "Un modelo 3D nos permitiría estudiar la forma en
que estos grandes fósiles se organizaron entre sí sin perder la capacidad de ir
hueso por hueso".
Para hacer esto, el equipo de investigación usó
cámaras digitales y un escáner láser esférico para tomar cientos de fotografías
y millones de puntos de medición que luego se unieron usando un software
especializado para crear un modelo 3D del lecho fósil.
“Nuestro estudio combina las facetas geológicas y
biológicas de la paleontología para resolver este misterio”, asegura el
investigador Randall Irmis. “Por ejemplo, examinamos la composición química de
las rocas que rodean a los fósiles para determinar si las condiciones
ambientales resultaron en tantos
Shonisaurus en un solo lugar. Una
vez que determinamos que no, pudimos concentrarnos en las posibles razones
biológicas”.
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