El agua de la Tierra pudo originarse en meteoritos no derretidos
Uno de los misterios que
distintas misiones científicas tratan de explicar es cómo se originó el agua en
nuestro planeta. El agua constituye el 71% de la superficie de la Tierra, pero
nadie sabe cómo o cuándo llegaron a la Tierra las cantidades tan masivas de
este preciado líquido que tenemos.
Un nuevo estudio publicado en la
revista Nature busca estar un paso más cerca de responder esa pregunta.
Dirigidos por la profesora asistente de geología Megan Newcombe de la
Universidad de Maryland, los investigadores analizaron meteoritos derretidos
que habían estado flotando en el espacio desde la formación del Sistema Solar
hace 4.500 millones de años.
Para elaborar el artículo de
investigación, “La desgasificación de planetesimales de formación temprana
restringió el suministro de agua a la Tierra”, el equipo de investigadores
analizó 7 meteoritos derretidos, o acondritas, que chocaron contra la Tierra
miles de millones de años después de separarse de al menos cinco
planetesimales, objetos que chocaron para formar los planetas de nuestro
sistema solar. En un proceso conocido como fusión, muchos de estos
planetesimales fueron calentados por la descomposición de elementos radiactivos
en la historia temprana del sistema solar, lo que provocó que se separaran en
capas con una corteza, manto y núcleo.
El agua constituye el 71% de la superficie de
la Tierra y es un misterio cómo fue que llegó
Los expertos descubrieron un
contenido muy bajo de agua en estos meteoritos, lo que suponía que estaban
entre los materiales extraterrestres más secos jamás medidos. Estos resultados,
que permiten a los investigadores descartarlos como la principal fuente de agua
de la Tierra, podrían tener implicaciones importantes para la búsqueda de agua
y vida en otros planetas. También ayuda a los investigadores a comprender las
condiciones poco probables que se alinearon para hacer de la Tierra un planeta
habitable.
“Obtener agua y tener océanos
superficiales en un planeta que es pequeño y está relativamente cerca del sol
es un desafío y queríamos entender cómo la Tierra logró obtener agua porque no
es del todo obvio”, indicó Newcombe.
Debido a que estos meteoritos
cayeron a la Tierra recientemente, este experimento fue la primera vez que
alguien midió sus volátilidades. El estudiante graduado de geología de la UMD,
Liam Peterson, usó una microsonda electrónica para medir sus niveles de
magnesio, hierro, calcio y silicio, luego se unió a Newcombe en el Laboratorio
de la Tierra y los Planetas de la Institución Carnegie para la Ciencia para
medir su contenido de agua con un instrumento de espectrometría de masa de
iones secundarios.
Meteorito condríticos serían los responsables
de la llegada del agua a la Tierra
“El desafío de analizar el agua
en materiales extremadamente secos es que cualquier agua terrestre en la
superficie de la muestra o dentro del instrumento de medición puede detectarse
fácilmente, lo que contamina los resultados”, precisó el coautor del estudio
Conel Alexander, científico de la Carnegie Institution for Science. Para
reducir la contaminación, los investigadores primero hornearon sus muestras en
un horno de vacío a baja temperatura para eliminar el agua superficial. Antes
de que las muestras pudieran analizarse en el espectrómetro de masas de iones
secundarios, las muestras tenían que secarse una vez más.
“Tuve que dejar las muestras bajo
una bomba turbo, una aspiradora de muy alta calidad, durante más de un mes para
extraer suficiente agua terrestre”, agregó Newcombe. Algunas de éstas procedían
del sistema solar interior, donde se encuentra la Tierra y donde generalmente
se supone que las condiciones han sido cálidas y secas. Otras muestras más
raras provinieron de los confines más fríos y helados de nuestro sistema
planetario. Si bien en general se pensó que el agua llegó a la Tierra desde el
sistema solar exterior, aún no se ha determinado qué tipos de objetos podrían
haber transportado esa agua a través del sistema solar.
“Sabíamos que muchos objetos del
sistema solar exterior estaban diferenciados, pero se asumió implícitamente que
debido a que eran del sistema solar exterior, también debían contener mucha
agua. Nuestro artículo muestra que este definitivamente no es el caso. Tan
pronto como los meteoritos se derriten, no queda agua”, afirmó Sune Nielsen,
coautor del estudio y geólogo de la Institución Oceanográfica Woods Hole.
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