ORIGEN DE LA VIDA | Japón encuentra parte de ARN y vitamina B3 en las muestras del asteroide Ryugu
Además de detectar uracilo, uno de los bloques que
forman el ARN, el análisis de muestras tomadas por la sonda japonesa Hayabusa2
encontró vitamina B3. Un hallazgo que respalda la teoría de que la vida en
nuestro planeta pudo tener un origen extraterrestre
Los meteoritos que han caído en la Tierra han
permitido a los científicos averiguar la composición de los asteroides,
investigar la formación del Sistema Solar y desarrollar hipótesis sobre el
origen de la vida en la Tierra, pues se cree que algunos elementos que
permitieron que surgieran los primeros organismos tienen origen extraterrestre,
es decir, podrían haber llegado a nuestra planeta a través de estos cuerpos
celestes.
El sueño de ir a un asteroide, aunque sea con una
nave espacial robótica, para analizarlo in situ (como ha ocurrido con la misión
estadounidense DART que el 26 de septiembre logró desviar la trayectoria de
Dimorphos) y la japonesa Hayabusa2 (que recogió dos muestras en Ryugu y las
trajo a la Tierra) se ha hecho realidad y este martes coincide la publicación
de varios estudios sobre estas dos misiones lideradas respectivamente por la
NASA y JAXA, la agencia espacial nipona.
Por un lado, la monitorización durante un mes con el
telescopio terrestre VLT (Very Large Telescope) del Observatorio Europeo
Austral (ESO) de la evolución de los escombros generados tras el impacto de
DART en Dimorphos ha permitido a dos equipos de científicos estudiar cómo ha
cambiado su superficie tras el choque e intentar hacer una lista de los elementos
que lo componen, respectivamente. Los estudios han sido difundidos en Astronomy
& Astrophysics
En otra investigación publicada hoy en Nature
Communications, un equipo nipón revela que el asteroide Ryugu visitado por la
sonda nipona Hayabusa2. contiene elementos orgánicos importantes para la vida,
en concreto uracilo y vitamina B3 (también llamada niacina o ácido nicotínico),
un resultado que respalda la idea de que esos elementos, creados en el espacio,
podrían haber llegado a la Tierra a través de los meteoritos que caen a la
superficie.
El uracilo es una de los de las bases que componen
el ARN, una molécula similar al ADN que posibilita la síntesis de proteínas. En
las mismas muestras de Ryugu también se detectó la vitamina B3 o niacina, que
es un elemento importante para el metabolismo de los organismos vivos.
"Los científicos habían encontrado previamente
nucleobases y vitaminas en ciertos meteoritos ricos en carbono, pero siempre
existía la duda de si el medio ambiente terrestre podría haber contaminado esas
rocas. Dado que la nave Hayabusa2 recolectó dos muestras directamente del
asteroide Ryugu y las trajo a la Tierra en cápsulas selladas, se puede
descartar la contaminación", ha explicado Yasuhiro Oba, profesor de la
Universidad de Hokkaido y líder de esta investigación.
Como repasa Jesús Martínez-Frías, geólogo planetario
del Instituto de Geociencias (IGEO/CSIC-UCM), sin vinculación con este estudio,
la primera detección de uracilo se remonta a 1979 y ya se sabía que este
elemento puede formarse en el espacio: "El hallazgo de compuestos
orgánicos, incluso complejos, en meteoritos está siendo cada vez más frecuente.
El artículo más relevante, en mi opinión, sobre este tema lo lideró Oba en
2022, cuando detectaron todas las nucleobases (ladrillos fundamentales de la
vida, pero no vida, ojo)".
En lo que respecta a la vitamina B3 o niacina,
"Sandra Pizzarello la descubrió en 2001 en el meteorito de Tagish Lake y
después se ha detectado en otros estudios. También se han hecho simulaciones
que indican que puede formarse en hielos interestelares, pero que yo sepa no se
ha detectado".
Según precisa Oba, en las muestras de Ryugu
encontraron uracilo en pequeñas cantidades, en el rango de 6 a 32 partes por
mil millones, mientras que la vitamina B3 era más abundante, en el rango de 49
a 99 partes por mil millones. "También se encontraron otras moléculas
biológicas en la muestra, incluida una selección de aminoácidos y ácidos
carboxílicos, que se encuentran en las proteínas y el metabolismo,
respectivamente". Los compuestos detectados, añade, son similares pero no
idénticos a los descubiertos previamente en meteoritos ricos en carbono.
Los investigadores hallaron diferencias en las
concentraciones de uracilo y vitamina B3 en las dos muestras que recogió la
nave en dos emplazamientos distintos. Una diferencia que atribuyen a la
exposición al entorno extremo que es el espacio.
Jesús Martínez-Frías considera "crucial"
el papel de estas moléculas en la formación de la vida en la Tierra: "Se
estima que a la Tierra llega entre 70 y 100 toneladas de polvo cósmico,
principalmente condritas ordinarias y carbonáceas. En mi opinión, tiene que
haber jugado un papel fundamental para desencadenar, una vez en la Tierra, la
emergencia de la vida".
Desde su punto de vista, "la detección de
moléculas complejas ya formadas en el espacio indica que necesitamos comprender
mejor y profundizar mucho más en los procesos que las originan. En este
sentido, creo que, además de los procesos radiolíticos, también es fundamental
la existencia y el descubrimiento reciente de actividad geológica en asteroides
y cometas".
Del análisis de Ryugu, Martínez-Frías extrae dos
conclusiones: "En primer lugar, no debemos descartar el papel que jugó la
entrada de material orgánico extraterrestre para la emergencia de la vida en la
Tierra. Y por otro lado, abre la puerta a que tengamos esto en cuenta en otros
planetas y lunas, y a que seamos cautos si por ejemplo, encontramos en Marte
compuestos orgánicos de este tipo ya que podrían ser falsos positivos, es
decir, no serían orgánicos marcianos, sino procedentes de los meteoritos".
Otra nave espacial, OSIRIS-REx, de la NASA, traerá a
la Tierra el 24 de septiembre muestras del asteroide Bennu, cuya composición
podrá ser comparada con la de Ryugu y ofrecer más evidencias para respaldar las
teorías sobre cómo surgió la vida en la Tierra.
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