Blanetas, planetas que orbitan alrededor de agujeros negros
Uno de los grandes avances en astrofísica de los
últimos años ha sido sin duda el descubrimiento de más de 5 000 exoplanetas. Se
han descubierto mundos muy diferentes, desde algunos que apenas tienen el
tamaño de nuestra propia luna, hasta otros varias veces más masivos que
Júpiter, pasando entre medias por otros muy similares a la Tierra o a Neptuno,
además de por las supertierras, planetas rocosos con varias veces la masa de
nuestro planeta. Estos planetas además se han descubierto orbitando estrellas y
sistemas estelares muy dispares. Algunos orbitan alrededor de estrellas
solitarias de muchos tamaños diferentes, incluidas enanas rojas como Próxima
Centauri o TRAPPIST-1. Otros orbitan alrededor de estrellas dobles, con
planetas en los que los atardeceres dobles vistos en la guerra de las galaxias
serían una realidad. Incluso se conoce un planeta del tamaño de Neptuno que
orbita alrededor de dos estrellas que a su vez forman parte de un sistema
estelar cuádruple.
Es por toda esta variedad en los tamaños y
condiciones de los planetas encontrados hasta ahora, que a nadie sorprenderá el
nuevo resultado obtenido por un grupo de investigadores japoneses: podrían
existir planetas (miles de ellos incluso) alrededor de agujeros negros
supermasivos. Sin embargo, las condiciones alrededor de una estrella en
formación y de estos objetos tan extremos no son nada parecidas. La mayoría de
galaxias grandes contienen un agujero negro supermasivo en su centro, que puede
tener una masa entre millones y varios miles de millones de veces la masa de
nuestro propio Sol. Los discos de gas que se forman alrededor de estos agujeros
negros colosales, por la acreción de grandes cantidades de masa, emiten grandes
cantidades de energía. Estos son de hecho lo que se conocen como “núcleos
activos de galaxias” o AGNs por sus siglas en inglés.
Aunque la existencia de estos objetos ya se
sospechaba desde hacía décadas, por las grandes concentraciones de masa
observadas y por las intensas emisiones de radiación desde el centro de muchas
galaxias, la confirmación experimental llegó en 2019 cuando la colaboración
científica a cargo del telescopio Event Horizon publicó la fotografía del
objeto que ocupa el núcleo de la galaxia M87. Lo que se observa en dicha
fotografía es de hecho la radiación emitida por el material que orbita alrededor
del agujero negro, que alcanza tales temperaturas que es capaz de emitir
intensamente. Además de ese material más caliente, grandes nubes de gas y polvo
pueden llegar a rodear estos agujeros negros supermasivos, dificultándonos su
observación directa. Sin embargo, podría ser precisamente en esas nubes donde
se formaran planetas.
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