El Niño amenaza a la ballena austral
La crisis ambiental que atraviesa el mundo vuelve a
poner en alerta a Latinoamérica por altas probabilidades de que se forme El
Niño entre julio y septiembre, tenga su mayor impacto a fines de 2023 para
terminar en el primer semestre de 2024, cuando se teme que vuelva La Niña.
Argentina y Brasil podrían ser duramente golpeados por la temperatura del
Atlántico.
A su vez, la preocupación también gira en torno a la
escasez de agua y alimentos que podrían ocasionar tanta sequía e inundaciones
en los campos. No es un dato menor si se tiene en cuenta que América Latina
suma el 14% de la producción mundial de alimentos y está detrás del 45% del
comercio internacional neto de productos agroalimentarios. De sus tierras
crecen bienes suficientes para alimentar a sus más de 600 millones de
habitantes y aún sobran para exportarlos a otras regiones.
Se habla en estos tiempos que la nueva misión
regional es "impulsar la necesaria transformación de los sistemas
agroalimentarios para que podamos alimentar a 10.000 millones de personas en
2050".
El calentamiento de los océanos afecta la
supervivencia de la ballena franca austral e impide la recuperación de sus
poblaciones. Estas son algunas de las conclusiones de un estudio liderado por
investigadores del Instituto de Conservación de Ballenas (ICB), Ocean Alliance
y un grupo de colaboradores internacionales, que describe por primera vez el
efecto que tiene el cambio climático sobre la supervivencia de las hembras, que
se reproducen en la costa del Atlántico sudoccidental, desde Brasil hasta el
sur de Argentina.
Así lo informó El País en su versión latinoamericana
luego de acceder al informe. De acuerdo a dicho medio, el trabajo —parte del
doctorado de Macarena Agrelo, bióloga e investigadora principal en el área de
ecología, poblaciones y dinámica poblacional del ICB— muestra que en los años
posteriores al fenómeno de El Niño, en los que las aguas son más cálidas, la
tasa de mortalidad es cuatro o cinco veces mayor que en los neutros o en los
que se produce La Niña, caracterizado por aguas más frías. Se estima que la
población de ballenas francas australes es de aproximadamente 5.500 individuos
y la probabilidad de que dicho número aumente cae en el actual contexto de
calentamiento global. La investigación proyectó el crecimiento de la población
hasta el año 2100, considerando los parámetros de fecundidad y reproducción en
diferentes escenarios en base a las predicciones mundiales sobre la frecuencia
de los eventos de El Niño. “Vimos que, si no consideramos el cambio climático,
y la población crece a un 7%, alcanzaríamos a una población de 30.000
individuos en 2070″, dice Agrelo a El País. Y si se observa el efecto que tuvo
el calentamiento global en los últimos 50 años, la población no llegaría a
alcanzar ese valor, insiste el artículo firmado por la periodista Mariana
Otero.
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