Las algas negras invaden el hielo de Groenlandia

 

Un trozo de hielo o, ahora, con el deshielo, un pequeño charco de agua en la superficie de un glaciar en Groenlandia puede contener hasta 4.000 especies diferentes de microorganismos vivos o latentes (que se pueden activar dependiendo de las condiciones ambientales). Un ejemplo de esta diversidad biológica son las algas negras, que en condiciones normales son realmente escasas, pero que con el aumento de las temperaturas se están expandiendo por los hielos.

Las algas negras son un ejemplo de círculo vicioso de daños y efectos del cambio climático: el calentamiento facilita el crecimiento de las algas negras y estas, a su vez (al proliferar y tener color oscuro y no reflejar la luz solar), provocan un aumento de la temperatura del hielo y el agua.

 Un equipo liderado por expertos de la Universidad de Aarhus (Dinamarca) se ha especializado en el estudio de la diversidad biológica de los hielos permanentes en Islandia y Groenlandia y alerta ahora, de nuevo, del riesgo que supone el cambio climático para la estabilidad de estas masas de agua congelada y las múltiples formas de vida que se mantienen en ellas. El trabajo de estos expertos ha sido divulgado ahora por el departamento de comunicación de su universidad, en un detallado reportaje especializado que incluye los resultados publicados recientemente en la revista científica Gebiology.  

"No hay plantas, y solo muy pocos animales: la gente rara vez viene aquí. Los grandes glaciares de Groenlandia se han percibido durante mucho tiempo como desiertos de hielo. Gigantescos mantos de hielo donde las condiciones para la vida son extremadamente duras. Pero ahora, al parecer, nos hemos equivocado. Hay mucha más vida en los glaciares de lo que pensábamos", recuerda la Universidad de Aarhus.

Encabezado por el profesor Alexandre Anesio, un grupo de investigadores del Departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad de Aarhus ha descubierto que los glaciares están repletos de vida. Microbios que se han adaptado a la vida en el hielo. Y no sólo una o dos especies. Varios miles de especies diferentes.

 

 “Un pequeño charco de agua derretida en un glaciar puede tener fácilmente 4.000 especies diferentes viviendo en él. Viven de bacterias, algas, virus y hongos microscópicos. Es todo un ecosistema que no sabíamos que existía hasta hace poco", dice Alexandre Anesio.

Uno de los microorganismos en el hielo que los investigadores dedicaron más tiempo a investigar es una pequeña alga negra. Las algas crecen sobre el hielo y lo tiñen de negro. Hay una razón por la cual las algas negras son tan interesantes para los investigadores.

“Cuando el hielo se oscurece, se vuelve más difícil reflejar la luz del sol. En cambio, el calor de los rayos del sol es absorbido por el hielo, que comienza a derretirse. Cuanto más se derrite el hielo, más cálida es la temperatura en la Tierra. Por lo tanto, las algas juegan un papel importante en el calentamiento global", dice Alexandre Anesio.

En los últimos años, las algas han manchado áreas cada vez más grandes del hielo, lo que hace que el hielo se derrita aún más rápido. Alexandre Anesio ha calculado que las algas aumentan el derretimiento del hielo en un 20 por ciento.

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