Encuentran grabados rupestres neandertales con más de 57.000 años de antigüedad
Más de 57.000 años de antigüedad pueden tener los
trazos recientemente descubiertos en la pared de a cueva de La Roche-Cotard, en
el valle del Loira, en Francia, y atribuidos a los neandertales. Junto a los
grabados rupestres hallados hace unos años en grutas de Málaga, Cantabria y
Cáceres (datados en más de 64.000 años), los de la cueva francesa representan
algunos de los más antiguos conocidos realizados por estos homininos que, en
Europa, llegaron a coexistir con los humanos anatómicamente modernos.
Un equipo científico liderado por profesores de la
Universidad de Tours (Francia) publican esta semana el estudio en la revista
Plos One, donde indican que, gracias a la estratigrafía, se podría incluso
especular con trazos humanos de más de 70.000 años de antigüedad.
Con este artículo vuelve al centro del debate el
asunto de la complejidad cultural de los neandertales, aunque, según reconocen
los propios expertos, siga conociéndose relativamente poco sobre su expresión
simbólica o artística. Porque si bien se han hallado evidencias de algunas de
sus producciones simbólicas, sus interpretaciones contienen numerosos enigmas.
De ahí la relevancia de este trabajo, en el que
Jean-Claude Marquet y sus colegas de Francia, Dinamarca, Portugal, Hungría y
Suiza identificaron unas marcas no figurativas dentro de la cueva que pudieron
interpretar como registros de dedos humanos que dibujaban "formas
deliberadas, organizadas e intencionadas".
Probablemente haya otras huellas neandertales en
cuevas conocidas por sus obras del Paleolítico Superior y quizá aún no sepamos
atribuirlas a los neandertales
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores
hicieron un análisis del trazado, utilizando la fotogrametría para crear
modelos en 3D de estas marcas y poder compararlas con otras humanas conocidas.
Por la forma, el espaciado y la disposición de los grabados, el equipo comprobó
que se trataba de creaciones hechas por la mano humana.
Entre las razones por las que aún se sabe tan poco
sobre la expresión artística de los neandertales, Marquet señala que “en la
actualidad hay muy pocos restos parietales conocidos o, al menos, bien
atribuidos: La Roche-Cotard y quizá las tres cuevas españolas, de las que
algunos dudan acerca de su datación”, según sus propias palabras. En
arqueología, se denomina ‘arte parietal’ a este tipo de trazos que se
circunscriben a las paredes de las grutas, ya que no se realizan ni el suelo ni
en el techo
Existen, sobre todo, “rastros reconocibles de sus
representaciones en objetos encontrados en yacimientos neandertales”, explica
el investigador francés a SINC. Aunque admite que, “probablemente, haya otras
huellas neandertales en cuevas conocidas por sus obras del Paleolítico
Superior, y quizá no sepamos atribuirlas a los neandertales porque
necesitaríamos una manera de datarlas”. Menciona, por ejemplo, la cueva de Pech
Merle, en el departamento francés de Lot, “donde hay trazados dactilares muy
largos que se han denominado espaguetis y que parecen tener un color
ligeramente diferente al de los trazos del Paleolítico Superior, pero ¿cómo
demostrar que esta diferencia de color corresponde a una diferencia de edad?”
La expresión simbólica de los neandertales resulta
muy difícil de descifrar porque los dibujos no son figurativos
En cuanto a la expresión simbólica de estos humanos
extintos que habitaron Europa, Oriente Próximo y Asia Central entre hace unos
400.000 y 40.000 años, “es aún más difícil [de descifrar] porque los dibujos no
son figurativos”, según argumenta el autor principal,“y aunque lo fueran, para
algunos prehistoriadores, los dibujos del Paleolítico superior tienen un
significado que nunca conoceremos, como decía Michel Lorblanchet”.
Para comprender mejor el contexto de estas
representaciones halladas en el valle del Loira, el equipo dató los suelos de
la cueva mediante luminiscencia estimulada ópticamente. Así pudieron determinar
que la cueva había quedado cerrada por sedimentos de relleno hace unos 57 000
años, mucho antes de que el Homo sapiens se estableciera en la región.
Esta constatación, junto al hecho de que las
herramientas de piedra dentro de la gruta fueran solamente musterienses (nombre
de una tecnología del Paleolítico medio asociada con los neandertales)
constituye una fuerte evidencia de que estos grabados son obra de los
neandertales
Los neandertales no solo dibujaban líneas y curvas o
trabajaban sobre huesos de pájaros, sino que su conciencia también les permitía
dejar huellas intencionadas, siguiendo un diseño preciso
En ningún caso está clara la intención con la que
pintaban, aunque estas muestras de su presencia sí hablan de un comportamiento
y unas actividades tan complejas y diversas como las de nuestros antepasados
directos.
¿Qué nos dicen estos grabados sobre las diferencias
de representación y las técnicas utilizadas entre neandertales y sapiens?
Marquet responde: “Según Michel Lorblanchet y otros especialistas, los grabados
del Paleolítico superior son figurativos pero muy difíciles de interpretar. Lo
interesante de estos descubiertos en el Valle del Loira es que ahora tenemos
que aceptar que los neandertales no solo dibujaban líneas y curvas, y no
solamente trabajaban sobre huesos de pájaros, sino que su conciencia también
les permitía dejar huellas aplicadas, construidas e intencionadas, siguiendo un
diseño preciso y pensado”.
Cada una de estas investigaciones brinda la
posibilidad de avanzar en el uso de nuevas técnicas científicas que nos acercan
a los restos de nuestros antepasados. Consultado al respecto, el profesor de la
universidad de Tours indica, que, en este caso, “la fotogrametría ha
desempeñado un papel muy importante”, ya que a partir del diagrama, se pueden
hacer cortes transversales que facilitan la medición de “las secciones de las
líneas”.
La llamada fotografía RTI (Reflectance
Transformation Imaging) “nos permite estudiar el relieve de dichas líneas, y la
microscopía digital, tener grandes aumentos sobre las paredes de la cueva”. Con
un escaneado completo de la cavidad se pueden tomar medidas y “la tecnología
Lidar (Light Detection And Ranging) en el exterior nos da una buena visión del
terreno. En conjunto, “todas estas técnicas nos posibilitan 'leer' las
superficies de las cuevas y así descifrarlas mejor e intentar comprenderlas”,
concluye.
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