Descubren en los Pirineos uno de los últimos dinosaurios en extinguirse
Los paleontólogos Albert Prieto-Márquez y Albert
Sellés, del Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont (ICP) y del
Museo de la Conca Dellà, han descrito una nueva especie de dinosaurio:
Calvarius rapidus. Se trata de uno de los últimos saurios que existieron antes de
la caída del meteorito. Estiman que murió cerca de un río meandriforme, una
zona con abundante vegetación. Su nombre procede del "calvario" que
tuvieron que vivir antes de su extinción.
Este tipo de dinosaurio vivió en los Pirineos y pudo
ser descubierta gracias al hallazgo de un hueso. El estudio, que se publicó en
la revista Journal of Vertebrate Paleontology, reveló que se trataba de un
ornitópodo, un grupo de dinosaurios herbívoros muy diversos y longevos. Los
restos fósiles recuperados consistían en un hueso metatarsiano largo y delgado
del cuarto dedo del pie izquierdo, encontrado en un yacimiento de la Masía de
Ramon (cerca de Figuerola d’ Orcau, en Lleida).
Estos ornitópodos- de los que también forman parte
los iguanodontes o los hadrosaurios “de pico de pato”- pertenecen al grupo de
los estiracosternos. Habitaron los Pirineos catalanes durante la etapa final
del Cretácico, hace 66 millones de años, concretamente en los últimos 100.000
años del Mesozoico. Esta era geológica terminó tras el impacto del meteorito
que acabó con los dinosaurios no avianos junto a otro tipo de organismos.
"En las excavaciones encontramos una vértebra
de cocodrilo y fragmentos óseos no identificados, junto con restos del holotipo
de Calvarius rapidus", afirma Prieto. "Está relativamente bien
conservado. Es un metatarsiano muy inusual. Aunque sólo disponemos de este
resto, el hecho de que combine características típicas de los ornitópodos
estiracosternos con una morfología grácil y alargada, nos muestra que estamos
ante una especie nueva para la ciencia dentro de este grupo", añade.
"Gracias al conocimiento acumulado sobre la
evolución de la historia vital de los estiracosternos más los resultados
obtenidos con análisis histológico, es decir, la estructura interna de los
tejidos óseos del fósil, del holotipo de C. rapidus, sabemos que éste último
era un subadulto tardío en el momento de su muerte", ha explicado Sellés. "Aún
no había terminado su crecimiento, pero estaba alcanzando la madurez
esquelética, probablemente entre los 8 y 10 años de edad", ha comentado.
Los paleontólogos han determinado que se trataba de
un corredor veloz a raíz de la longitud del metatarsiano de 15 centímetros.
Calculan que no medía más de dos metros. "Si bien algunas especies de este
grupo de dinosaurios medían más de 10 o 12 metros de longitud, C. rapidus sería
el dinosaurio estiracosterno más pequeño del planeta", ha subrayado
Sellés. El estudio asegura que se trata de una especie endémica que sufrió
transformaciones particulares para adaptarse al entorno marcado por la “ley
insular”. “La limitación de alimentos que implica vivir en una isla hace que
las faunas que evolucionan allí tiendan a ser formas pequeñas e incluso
enanas”, afirman.
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