Japón despega con éxito rumbo a la Luna
A la 1:42 de la noche en la España peninsular, Japón
lanzaba con éxito su misión rumbo a la Luna y la observación del universo. Con
diez días de retraso por problemas meteorológicos, la agencia japonesa ha
conseguido emprender un viaje en el que sigue los pasos del hito marcado por
India hace semanas. Esta misión tiene también la difícil tarea de romper una mala
racha de errores que han frustrado los anteriores proyectos del país en los
últimos años.
Una hora después del despegue las dos naves que
viajaban dentro del cohete H-2A se han desplegado tal y como estaba previsto.
El cohete japonés transportaba el módulo de aterrizaje, SLIM, que deberá
realizar un descenso complejo; y el telescopio espacial XRISM que cuenta con
colaboración de la ESA (Agencia Espacial Europea) y la NASA para observar el plasma
en estrellas y galaxias.
Ambas naves tienen por delante misiones decisivas
para la exploración futura del espacio. Por su parte, el telescopio XRISM es
una colaboración internacional con la que varias agencias quieren responder a
cuestiones sobre el origen del universo. Mientras, a SLIM le quedan unos meses
de viaje por delante hasta demostrar que es posible aterrizaje una pequeña nave
en cualquier punto de la Luna por muy complejo que sea el terreno.
La principal nave de este viaje es una colaboración
entre las agencias japonesa, estadounidense y europea. Como su nombre indica
(Misión de espectroscopía e imágenes de rayos X), se trata de una misión que
estudiará el universo con rayos z de alta energía.
Este nuevo observatorio se centrará especialmente en
el gas supercaliente que rodea los cúmulos de galaxias. Entre las preguntas que
esperan resolver los astrónomos con este telescopio está cuestiones tan
complejas de la astrofísica moderna como: cómo evolucionan las estructuras más
grandes del universo, cómo se distribuyó por el cosmos la materia de la que
estamos compuestos y cómo las galaxias están formadas por agujeros negros
masivos en sus centros.
"JAXA ha diseñado XRISM para detectar la luz de
rayos X de este gas y ayudar a los astrónomos a medir la masa total de estos
sistemas", ha explicado la ESA. "Esto revelará información sobre la
formación y evolución del universo".
SLIM tiene como misión demostrar que es posible
realizar alunizajes con una sonda liviana y de pequeña escala, sin perder
precisión. Esa reducción del peso de los equipos abre camino a futuras misiones
más complejas y se suma a lo conseguido por India al ser la primera nación en
aterrizar en el polo sur de la Luna. Ambas agencias espaciales trabajan
conjuntamente para explorar el lado oscuro del satélite en próximos años.
SLIM mide solo 2,4 metros de alto, 2,7 metros de
largo y 1,7 metros de ancho. Aproximadamente el 70% de su peso de 700 gramos
corresponden al propulsor. Este módulo de aterrizaje realizará una ruta larga y
circular para consumir poco combustible, por lo que el momento clave de
alcanzar el satélite llegará en tres o cuatro meses.
Allí, deberá posarse dentro del cráter Shioli, en un
punto más preciso que el utilizado por sus predecesores. "Al crear el
módulo de aterrizaje SLIM, los humanos realizaremos un cambio cualitativo para
poder aterrizar donde queramos y no sólo donde sea fácil aterrizar, como había
sido el caso antes", escribieron los funcionarios de JAXA en la
descripción de la misión.
Después se dedicará a analizar su entorno lunar
durante un mes. Para ello, cuenta con la ayuda de dos minisondas que se
desplegaran para comprobar el estado del módulo tras el aterrizaje y tomarán
fotografías del entorno, además de proporcionar un "sistema de
comunicación independiente para la comunicación directa con la Tierra",
según ha indicado la JAXA.
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