Una bacteria fue la causante de la masiva muerte de elefantes en 2020 en el sur de África

 

Un reciente estudio, publicado en la revista Nature Communications, ha ayudado a entender la causa de la repentina muerte de decenas de elefantes en el país del interior del sur de África y que sorprendieron a propios y extraños entre agosto y septiembre de 2020.

El caso resultó ser tremendamente excepcional, dado que parece que las muertes de siete de estos animales se produjeron en un período de 24 horas. Después de investigar sus posibles causas, y descartando un envenenamiento provocado, deshidratación o la caza furtiva, han sido necesarios tres años para esclarecer el secreto tras estos decesos.

El equipo de investigadores implicado en el estudio ha conseguido determinar que la causa de la muerte, tras realizar un análisis de los tejidos del cerebro, hígado y bazo de 15 de estos elefantes, podría tener nombres y apellidos: Bisgaard taxon 45.

Esta parece ser la bacteria presente en seis de los elefantes analizados y que podría haber sido la culpable, sino en todos, en la mayoría de las 35 muertes registradas en Zimbabue el pasado 2020. A través de esta bacteria, los animales contrajeron septicemia, que es una infección que desencadena un fallo multiorgánico y que, por desgracia, en esta ocasión acabó con la vida de estos elefantes.

No hay evidencia científica de esta bacteria como causante de la muerte de todos los elefantes, pero los científicos aseguran que es la opción más probable. De hecho, en el estudio se afirma:

A pesar de que no hay evidencia molecular para confirmar la presencia de Bisgaard taxon 45 en más de seis fallecimientos en Zimbabue, los elefantes examinados estaban en buenas condiciones corporales y es improbable que muriesen solamente por inanición relacionada con una sequía o una severa deshidratacion.

Sin embargo, sí parecen estar convencidos de que el cambio climático podría haber provocado que la transmisión de esta bacteria, que nunca había causado problemas tan graves en elefantes, sea más probable. Chris Foggin, uno de los coautores del estudio, afirma que:

Es prematuro decir que el cambio climático tiene influencia, pero podría tenerla en el futuro si las sequías son más abundantes y prolongadas o si los patrones de precipitaciones cambian y tenemos estaciones secas más duras. Creo que si este es el caso, es más probable que veamos este tipo de evento de mortalidad ocurriendo de nuevo.

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