El 'Futuro Colisionador Circular', previsto para 2034, desvelará los misterios del Universo
Investigadores del CERN, en Suiza, donde se ubica el
mayor acelerador de partículas del mundo, han presentado este lunes un estudio
que avala la apuesta por la construcción
del Futuro Colisionador Circular (FCC), un supercolisionador tres veces
superior al actual, el LHC.
El objetivo final del FCC es descubrir nuevas
partículas que, según los científicos, revolucionarían la física y conducirían
a una mejor comprensión de cómo funciona universo.
"Estamos en mitad de un proceso de realización
de informes sobre la viabilidad, que en estos momentos se centran en el punto
de vista geológico, el de la ubicación del FCC", puntualiza Alberto Ruíz
Jimeno, profesor emérito de Física de Partículas en la Universidad de
Cantabria, sobre las novedades del megaproyecto. Los responsables del estudio
indicaron que se obtuvieron resultados alentadores en relación a la ubicación
del proyecto y a su impacto urbanístico y medioambiental.
El FCC, sobre cuyo diseño se viene trabajando desde 2014,
pretende estar ubicado junto a su hermano pequeño, el LHC, en la frontera entre
Suiza y Francia, cerca de Ginebra, y será un anillo de 100 kilómetros de
circunferencia que, una vez completado, operará con haces de hadrones a
energías de hasta 100 teraelectronvoltios, más que los 14 TeV del LHC.
Los críticos del proyecto señalan su altísimo coste
sin pruebas de su éxito. Los últimos cálculos hablan de un presupuesto de
14.000 mil millones de euros, aunque la cifra definitiva se sabrá dentro de un
año, un dinero que tendrán que aportar los miembros del Laboratorio Europeo de
Física de Partículas (Cern), actualmente 22 países, entre ellos España.
El LHC, el hermano pequeño del FCC, costó 6.000
millones de euros y comenzó a funcionar en 2008. Su mayor hallazgo fue el Bosón
de Higgs en 2012, la última pieza del rompecabezas de la teoría actual de la
física subatómica. Desde entonces, ha refinado las medidas de las propiedades
del Higgs, y lo hará más al incrementar su luminosidad. Sin embargo, no ha
podido encontrar partículas que ayuden a explicar la materia oscura del
universo, que constituye en torno a un 26% de toda la energía-materia. Además,
su vida útil se calcula que terminará en 2040. De ahí que los científicos del
CERN ya piensen en su relevo a lo grande, con el FCC, un supercolisionador
capaz de continuar estudiando con mayor precisión las incógnitas de la física
de partículas, entre otras la identidad de la materia oscura.
La máquina propuesta, y en estudio ahora en el CERN,
la Future Circular Collider (FCC), "es una herramienta que permitirá a la
humanidad dar enormes pasos hacia adelante para responder preguntas de física
fundamental sobre nuestro conocimiento del universo" ha manifestado la
directora general del CERN, Fabiola Gianotti, a la BBC británica.
"Un gran colisionador de protones supondría un
gran paso adelante en esta exploración y ampliaría decisivamente el programa de
física más allá de los resultados proporcionados por el LHC y un posible
colisionador de electrones y positrones”, dijo recientemente el director de
Investigación e Informática del CERN, Eckhard Elsen.
Así funcionan los colisionadores: aceleran las
partículas que constituyen el interior de los átomos (protones u otras
partículas compuestas por quarks, como los protones, los hadrones) tanto en el
sentido de las agujas del reloj como en el sentido contrario a las agujas del
reloj a velocidades cercanas a la velocidad de la luz y en ciertos puntos los
hace chocar con más densidad de energía que cualquier otro destructor de átomos
del mundo. Las partículas subatómicas más pequeñas surgen de las colisiones,
que ayudan a los científicos a profundizar en el conocimiento de componentes
elementales del universo y cómo interactúan entre sí.
La propuesta del CERN es construir el FCC en dos
etapas, arrancando en 2033. Comenzaría a funcionar a finales de la década de
2040 y haría colisionar electrones contra sus antipartículas, los positrones.
La segunda fase arrancaría en la década de 2070 y requerirá imanes más
potentes, tan avanzados que aún no se han desarrollado. En lugar de electrones,
se utilizarán protones más pesados en la búsqueda de nuevas partículas.
Los científicos aspiran a descubrir, entre otros
objetivos, gracias al FCC, la materia oscura, que no se puede detectar pero su
presencia se siente a través de la gravedad.
Un experimento demuestra que la antimateria responde
a la gravedad y cae hacia abajo como la materia
También lograr mayor información sobre la llamada
energía oscura que actúa como lo contrario de la gravedad y separa los objetos
del universo, como las galaxias. Y a explicar muchas incógnitas sobre las
interacciones fundamentales del universo.
"Lo que conocemos del universo nos sirve para
explicar bien el 5% del universo, pero el otro 95% aun no está explicado. En
efecto, el FCC podría servir para descubrir cómo funciona la materia oscura,
que hace un 25% del universo", explica Ruíz Jimeno.
La votación del informe de viabilidad en el CERN se
espera para el año 2025, aunque los países miembros no decidirán si se autoriza
su construcción antes de 2028. Por si es rechazado, el CERN ya tiene un plan B:
un Colisionador Lineal Compacto (CLIC) de 11 a 50 km de largo que, a diferencia
de la FCC, sólo podría centrarse en un experimento de física a la vez. Pero hay
otro colisionador lineal actualmente en proyecto en Japón, y uno también
circular, como el FCC, en China, llamado CEPC. Los expertos advierten: si se
adelanta China en la carrera, el del CERN perdería interés.
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