Un antiguo virus es fundamental en el desarrollo humano
Un virus que infectó a los primeros animales hace
cientos de millones de años se ha vuelto esencial para el crecimiento del
embrión: su papel en el desarrollo humano es esencial, ya que es vital cuando
las células madre se vuelven pluripotentes, pocas horas después de la
fecundación. El hallazgo es relevante para la medicina regenerativa y para la
creación de embriones artificiales.
Científicos del Centro Nacional de Investigaciones
Oncológicas (CNIO), en España, han revelado por primera vez el rol de un virus
antiguo en un proceso clave para el desarrollo embrionario, exactamente cuando las
células madre pasan de la totipotencia a la pluripotencia. Esto hace posible su
transformación en todos los tipos de células que se requieren para la
progresión del crecimiento del embrión humano.
Se sabe que todos los animales han evolucionado
gracias a que ciertos virus infectaron a organismos primitivos hace cientos de
millones de años. Este material genético viral se integró en el genoma de los
primeros seres pluricelulares y aún hoy se encuentra en nuestro ADN. Sin
embargo, hasta el momento se le ha dado poca importancia a estos retrovirus
endógenos (ERV), e incluso algunas décadas atrás eran considerados “ADN
basura”.
Ahora sabemos que son esenciales para el desarrollo
temprano, pero su papel preciso en esta transición sigue siendo un misterio. En
el nuevo estudio, publicado recientemente en la revista Science Advances, los
especialistas del centro de investigación madrileño han logrado describir por
primera vez la función exacta que desempeñan estos virus, en un proceso fundamental
para nuestro desarrollo.
Pocas horas después de la fecundación, la transición
a la pluripotencia permite que el ovocito pase de tener dos a cuatro células.
Se trata de un cambio vital, porque permite que las células madre totipotentes
se transformen en pluripotentes: a partir de este desarrollo, serán capaces de
crear todos los tipos de células que necesita el organismo para continuar su
progreso y culminar su crecimiento.
Utilizando técnicas genéticas y bioquímicas de
vanguardia en ratones, los científicos identificaron MERVL-gag, una proteína
retroviral que funciona como un modulador crucial de los factores pluripotentes
OCT4 y SOX2, en el marco del pasaje de la totipotencia a la pluripotencia. Gracias
a la acción del retrovirus, las cuatro células que protagonizarán la siguiente
etapa del desarrollo embrionario podrán diferenciarse en células de cualquier tejido
especializado del cuerpo.
“Hasta hace poco, estos restos virales eran
considerados “ADN basura”, material genético inutilizable o incluso dañino.
Intuitivamente se pensaba que tener virus en el genoma no podía ser bueno. Sin
embargo, en los últimos años estamos empezando a darnos cuenta de que estos
retrovirus, que han coevolucionado con nosotros durante millones de años,
tienen funciones importantes, como por ejemplo la regulación de otros genes”,
indicó en una nota de prensa el primer autor del estudio, el científico Sergio
de la Rosa.
Se estima que el material genético de los retrovirus
endógenos se integró en los genomas de un grupo de organismos que pueden haber
impulsado la denominada explosión del Cámbrico, un período que tuvo lugar hace
más de 500 millones de años y que se caracterizó por un gran auge de
biodiversidad en los mares del planeta. A lo largo de la última década, los
científicos confirmaron que las secuencias genéticas de estos virus constituyen
al menos entre el 8 y el 10 % del genoma humano en la actualidad.
Por último, los investigadores explicaron que sus
hallazgos revelan una coevolución simbiótica de los retrovirus endógenos con
sus células huésped, para garantizar de esta forma la progresión fluida y
oportuna del desarrollo embrionario temprano. El descubrimiento podría tener
importantes aplicaciones en el campo de la medicina regenerativa y la creación
de embriones sintéticos, con el propósito de estudiar múltiples patologías.
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