Hallan un objeto nunca visto que podría probar la relatividad de Einstein
La astronomía está llena de objetos desconcertantes,
y un equipo internacional de investigadores acaba de incluir otro muy
interesante. Este extraño objeto recién descubierto ha sido identificado a
40.000 años luz de distancia de nosotros orbitando alrededor de un púlsar (PSR
J0514-4002E) que gira más de 170 veces por segundo. Esta entidad celeste
recientemente identificada supera el peso de las estrellas de neutrones más
pesadas conocidas y, al mismo tiempo, sigue siendo más ligera que los agujeros
negros más pequeños de los que se tienen registros.
El radiotelescopio terrestre MeerKAT ha sido el
instrumento que ha detectado este enigmático objeto mientras observaba un grupo
muy unido de estrellas en un cúmulo globular denominado NGC 1851.
"La capacidad del extremadamente sensible
telescopio MeerKAT para revelar y estudiar estos objetos está permitiendo un
gran paso adelante y nos proporciona una idea de lo que será posible con el
Square Kilometer Array", apunta el profesor de astrofísica de la
Universidad de Manchester, Ben Stappers.
Según los expertos, que publican su estudio en la
revista Science, sólo hay dos cosas que el objeto misterioso podría ser: una
estrella de neutrones o un agujero negro, pero cualquiera de ellas sería un
hallazgo emocionante. Si se trata de una estrella de neutrones, podría ser la
más pesada de su tipo que jamás hayamos visto. Si se trata de un agujero negro
sería, indudablemente, el más ligero de su tipo. Es muy ligero para ser un
agujero negro pero muy pesado para ser una estrella de neutrones. ¿Qué será?
"Cualquier posibilidad para la naturaleza del
compañero es emocionante", explicó Stappers en un comunicado de prensa.
"Un sistema púlsar-agujero negro será un objetivo importante para probar
las teorías de la gravedad, y una estrella de neutrones pesada proporcionará
nuevos conocimientos sobre la física nuclear a densidades muy altas".
Cuando una estrella de neutrones (los restos
ultradensos de una estrella muerta) adquiere demasiada masa, generalmente al
consumir o chocar con otra estrella, colapsará. En qué se convierten después de
colapsar es donde entramos en terreno especulativo, pero se cree que podrían
convertirse en agujeros negros, objetos tan gravitacionalmente atractivos que
ni siquiera la luz puede escapar de ellos.
El púlsar J0514-4002E gira cientos de veces por
segundo. Actúa como uno de los relojes más precisos del universo. El otro
objeto denso que puede crear una supernova es un agujero negro. La compañera
del púlsar en este caso tiene una masa entre 2,09 y 2,71 veces la de nuestro
Sol. Podría tratarse de un sistema con un púlsar y un agujero negro; o uno con
estrellas de neutrones, una de las cuales está pulsando.
"Piense en ello como ser capaz de colocar un
cronómetro casi perfecto en órbita alrededor de una estrella a casi 40.000 años
luz de distancia y luego poder cronometrar esas órbitas con una precisión de
microsegundos", añadió Ewan Barr del Instituto Max Planck de
Radioastronomía.
El equipo internacional de astrónomos sospecha que
este objeto recientemente identificado puede ser un ejemplo de la “brecha de
masa de un agujero negro”. La existencia del objeto pone en duda las teorías
astrofísicas existentes, en particular las relativas al destino final de las
estrellas de neutrones que acumulan una cantidad excesiva de masa.
Los investigadores creen que este podría ser el
primer descubrimiento del tan codiciado binario radiopúlsar-agujero negro; un
binomio estelar que permitiría nuevas pruebas de la relatividad general de
Einstein. ¿Dos estrellas de neutrones que se fusionaron en un objeto masivo?
El objeto es demasiado tenue para ser una estrella
de la secuencia principal y demasiado masivo para ser una enana blanca (ese es
el objeto compacto más ligero que las estrellas de neutrones, en la escala de
la estrella muerta). Eso sólo deja dos posibilidades: estrella de neutrones o
agujero negro.
“Sea lo que sea este objeto, es una noticia
emocionante. Si se trata de un agujero negro, será el primer sistema
púlsar-agujero negro, que ha sido el Santo Grial de la astronomía de púlsares
durante décadas. Si se trata de una estrella de neutrones, esto tendrá
implicaciones fundamentales para nuestra comprensión del estado desconocido de
la materia en estas increíbles densidades”, aclara Paulo Freire, del MPIfR.
"Aún no hemos terminado con este sistema",
concluyó Arunima Dtta, coautora del trabajo. "Descubrir la verdadera
naturaleza de su compañera será un punto de inflexión en nuestra comprensión de
las estrellas de neutrones, los agujeros negros y cualquier otra cosa que pueda
estar al acecho en la brecha de masa de los agujeros negros".
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