Hallan en Argentina huellas fósiles de 100 millones de años de mamíferos que convivieron con los dinosaurios


El Dr. Rosendo Pascual, uno de los más grandes paleontólogos de mamíferos que dio la República Argentina, nos insistía allá por la década de 1980 que había que buscar restos fósiles de mamíferos en las capas cretácicas con dinosaurios del norte argentino. Se sabe que la región es pródiga en formaciones geológicas que contienen el límite entre los periodos Mesozoico y Cenozoico, caracterizados por el reinado de los dinosaurios y de los mamíferos respectivamente. Sabemos también que después de ese límite, cuando cayó el asteroide que impactó en Yucatán, ya no vamos a encontrar dinosaurios, ni reptiles marinos o voladores, ni cefalópodos u otras formas de vida que fueron muy prósperas en los mares, cielos y continentes del Cretácico. Pero hubo mamíferos que convivieron con los dinosaurios y algunos de ellos no se extinguieron en el gran holocausto del límite K/T o K/Pg, unos 66 millones de años atrás.

Este límite ha sido estudiado prolijamente en todo el mundo usando decenas de técnicas isotópicas y de identificación de elementos químicos cosmogénicos, caso del iridio. Sin ir más lejos hemos identificado dicho límite en Salta donde tenemos evidencias químico - isotópicas y también de los restos óseos o pisadas de los últimos dinosaurios que vivieron en el planeta y asimismo de los primeros mamíferos que se desarrollaron a partir de la extinción de las faunas previas. Recordemos que ese evento catastrófico borró más del sesenta por ciento de la vida en el planeta.

Después del holocausto extraterrestre, la Tierra sufrió un proceso de reseteo y comenzó una dinámica nueva en su flora y en su fauna. Prosperaron los mamíferos, las aves, las plantas con flores, los insectos y los mares se poblaron de nuevas faunas de invertebrados y de peces.

Como se dijo, Salta tiene la suerte de contar con capas de rocas que conservan ese evento traumático del planeta Tierra. Por un lado, se han encontrado restos abundantes de dinosaurios que fueron testigos de la extinción, especialmente en sus pisadas conservadas en las capas calcáreas de la Formación Yacoraite y por otro lado restos de mamíferos primitivos en las capas de las margas del Subgrupo Santa Bárbara dentro de las formaciones Mealla, Maíz Gordo y Lumbrera.

En las capas cretácicas se han encontrado restos óseos de dinosaurios herbívoros como los titanosaurios, entre ellos el famoso Saltasaurus, restos de pequeños carnívoros como el Noasaurus, huevos y nidadas de titanosaurios, huevos de dinosaurios carnívoros, restos de carnívoros abelisaurios como el Güemesia, huesos del maniraptor Unquillosaurus, huesos de aves enantiornites que cumplían distintos roles ecológicos y que se extinguieron con los dinosaurios, garras y dientes sueltos, además de una extraordinaria variedad de huellas de dinosaurios carnívoros y herbívoros, grandes y chicos, bípedos y cuadrúpedos.

Se han encontrado más pisadas que restos óseos e incluso hay pisadas de animales de los cuales hasta ahora no se han encontrado sus huesos caso de los hadrosaurios y los anquilosaurios. Y hasta algunas posibles huellas de pterodáctilos, esos reptiles voladores que se hicieron famosos en una de las películas de Spielberg.

En 1986 participé de un congreso mundial de dinosaurios en Estados Unidos y allí estaban todos los grandes expertos internacionales en el tema como Jack Horner, Robert Baker, David Gillete, Martin Lockley y otros, algunos de los cuales luego asesoraron a Steven Spielberg en sus exitosas películas de Jurassic Park. Entre ellos estaba el inglés David Unwin, el mayor experto mundial actual en pterodáctilos, quién presentó su trabajo en las huellas que dejaban estos particulares reptiles voladores y hablamos de la posibilidad de su existencia en las capas cretácicas del norte argentino.

Volviendo al origen de este artículo, decíamos que Pascual nos incentivaba a buscar mamíferos fósiles en las capas cretácicas, cosa que nos parecía entonces un despropósito. Restos óseos de mamíferos que convivieron con los dinosaurios se han encontrado en las últimas décadas en la Patagonia. Incluso se han establecido numerosas familias, géneros y especies nuevas para la ciencia. José Bonaparte y Rosendo Pascual abordaron esos estudios con una cantidad de discípulos que hoy lideran el mundo de la paleontología. Lo cierto es que, en 2022, se llevó a cabo en Salta la Reunión de Comunicaciones de la Asociación Paleontológica Argentina y allí, entre muchas ponencias, se dio a conocer una noticia impactante que pasó desapercibida; esto es, el primer hallazgo de huellitas de mamíferos de la época de los dinosaurios.

Las huellitas fueron encontradas en el Valle del Tonco, conocido por sus minas de uranio y las abundantes pisadas de dinosaurios que allí se encuentran.

Las pequeñas pisadas provienen de la Formación Yacoraite, la misma formación de calizas que ha provisto de muchas huellas de dinosaurios y de aves que convivieron con ellos. Hasta ahora huellas de mamíferos en el Cretácico se habían encontrado solamente en Brasil por el paleontólogo italiano Giuseppe Leonardi que las bautizó como Brasilichnium elusivum.

Las nuevas huellitas de mamíferos en el Valle del Tonco fueron estudiadas por F. Migliaro, G. López Isla, G. Fischer, S. Urzagasti y S. de Valais, paleontólogos del Conicet de Río Negro y de Tucumán. Según los autores se encuentran huellas de manos y de pies, algunas con marcas de tres dedos (tridáctilas) y otras de cuatro (tetradáctilas), con tamaños de 1,5 a 2,5 cm de largo. Las huellitas de las manos son más pequeñas que las de los pies. Las huellas se preservaron en una laja verdosa con marcas de oleaje, sin impresiones de garras y poco claras las almohadillas.

Hay posibles trazas de pelos en la superficie de las palmas. Los autores sostienen que de acuerdo con su morfología y distribución espacial se las asigna a un mamífero de pequeño a mediano tamaño, cuadrúpedo y de hábitos saltadores. Sería parecido a los lagomorfos actuales, esto es del tamaño, forma y hábitos equivalentes a un pequeño conejo. Una maravilla es poder imaginar a ese bichito conviviendo en el mundo de los últimos dinosaurios que poblaron el planeta antes de la extinción.

El 8 de abril de 2024, en un artículo sobre la geología del dique Cabra Corral, dimos a conocer en estas columnas de opinión del diario El Tribuno un nuevo hallazgo de huellitas de mamíferos fósiles, pero esta vez justo arriba del límite Cretácico/Terciario. Ese límite fue identificado por primera vez en Salta en las rocas del perilago del dique en base a estudios isotópicos realizados en 2001 por el Dr. Alcides Sial y su equipo de colaboradores de Brasil, junto a geólogos del Insugeo-Conicet de Tucumán y el suscripto (véase Sial, A.N., Ferreira, V.P., Toselli, A.J., Parada, A.M., Aceñolaza, F.G., Pimentel, M.M., and Alonso, R.N., 2001. Carbon and Oxygen Isotope Compositions of Some Upper Cretaceous-Paleocene Sequences in Argentina and Chile. International Geology Review, Vol. 43, pp. 892-909).

Como se sabe un asteroide de unos 10 km de diámetro, más grande que el Everest, se estrelló hace 66 millones de años en Yucatán (México), formó un cráter de 300 km de diámetro, y produjo la extinción mundial de los dinosaurios y otras formas de vida de ese tiempo. Algunos mamíferos que ya convivían con los dinosaurios lograron sobrevivir al evento catastrófico y otros aparecieron después. El noroeste argentino conserva rocas de antes, durante y después de aquel holocausto cósmico. Precisamente el perilago del dique muestra esas rocas, las cuales se extienden ampliamente en el cañón del Juramento. Ciertamente huellas de dinosaurios son uno de los atractivos geoturísticos para quienes hacen rafting en el río Juramento.

En un primer viaje de campo con alumnos de la cátedra de Teoría, Historia y Filosofía de la Geología de la Universidad Nacional de Salta y mientras se observaban esas rocas, se encontró una laja gris verdosa, con ligeras marcas de oleaje, en donde se ven grabadas unas pequeñas y delicadas huellas de un pequeño mamífero, justo por encima del límite de la extinción. Se trata de huellitas que no superan los 2 cm de largo y forman parte de un conjunto de pisadas al parecer de dos animalitos.

A los efectos de ahondar en su estudio, se realizó un segundo viaje con el geólogo Gabriel López Isla (Insugeo-Conicet, Tucumán), coautor del hallazgo en el Valle del Tonco, y quién realiza actualmente su tesis doctoral en el registro de huellas de dinosaurios y otras formas de vida contemporáneas en el norte argentino.

El evento de la extinción de los dinosaurios permitió la evolución de los mamíferos que llevaron hasta el hombre. Encontrarse con las huellas de esos antiquísimos mamíferos es como encontrarse con las raíces mismas de nuestra propia evolución.

Los dinosaurios estaban muy tranquilos, adaptados y cómodos en sus ambientes ecológicos, cuando les llegó un imprevisto visitante del cosmos y los aniquiló. Visto que ellos desaparecieron, los mamíferos evolucionaron y nosotros estamos ahora aquí, ocupando su mismo espacio, pero en un tiempo diferente. Uno de los mejores ejemplos de ucronía es la hipótesis contra fáctica del curso de la vida sin la extinción catastrófica de los dinosaurios a finales del Cretácico. O sea, si el asteroide de Yucatán hubiese pasado de largo, los dinosaurios probablemente no se habrían extinguido y un Antroposaurio inteligente estaría navegando hoy hacia las estrellas.

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