Fósiles excepcionales descubiertos en Teruel informan del viaje mar adentro de los crinoideos en busca de entornos más seguros
(Zaragoza. 31 de mayo de 2024). Un estudio publicado en la prestigiosa revista GEOLOGY, basado en fósiles excepcionalmente conservados encontrados en Teruel, aporta nuevos datos sobre la vida en las aguas marinas que bañaban la provincia durante el Mesozoico, hace aproximadamente 145 millones de años. El estudio de fósiles de crinoideos, parientes de las estrellas de mar que viven en su mayoría en el fondo marino, ha permitido saber que colonizaron de forma efímera la Bahía de Oliete, en un momento de mayor comunicación con las zonas de mar abierto, donde tuvieron que lidiar con depredadores, tal y como muestra la presencia de cicatrices en algunos de los esqueletos recuperados.
Los crinoideos son uno de los grupos más estudiados
en relación con la “revolución biológica” en los mares del Mesozoico, evento
caracterizado por un incremento en el número de depredadores en las aguas poco
profundas y la migración de muchos grupos de invertebrados a zonas profundas,
donde encontraron refugio en un entorno más seguro.
Pero ¿cuándo viajaron los crinoideos a las zonas
profundas para refugiarse? El trabajo de investigación realizado por la
Universidad de Zaragoza-IUCA, el Instituto Geológico y Minero de España-CSIC y
la Universidad de Michigan en USA, demuestra que los crinoideos aún vivían en
zonas poco profundas durante el Cretácico. Un yacimiento de este periodo del
Parque Cultural del Río Martin, localizado entre Alacón y Oliete, ha
proporcionado fósiles excepcionalmente conservados de crinoideos junto a otros
de estrellas de mar y otros invertebrados.
Fósil de crinoideo intacto conservado de manera
excepcional. El fósil, de unos 15 centímetros, se encuentra depositado en las
colecciones del Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de Zaragoza.
“Gracias al estudio multidisciplinar de isótopos,
sedimentología y fósiles hemos podido demostrar que estos animales todavía
vivían en las zonas poco profundas de la Bahía de Oliete durante el Cretácico”,
destaca Álvaro García-Penas, primer autor del trabajo. Y es que esta zona del
norte de Teruel estaba bañada por aguas marinas cálidas, en un entorno similar
a la bahía actual de Florida, donde la profundidad es de unos escasos metros y
las oscilaciones de la salinidad pueden ser significativas.
“Yacimientos como este son únicos a nivel mundial,
en él han quedado los fósiles prácticamente intactos, congelados en el tiempo
tal y como murieron, lo que nos da mucha información de cómo y donde vivían”,
apunta Samuel Zamora, investigador IGME-CSIC y codirector de la investigación.
El yacimiento, de conservación excepcional, muestra el último instante en la
vida de estos animales, que quedaron sepultados en vida por una gran tempestad
que los arrancó del fondo marino y enterró sus esqueletos, a veces casi
intactos, junto al sedimento removido por el oleaje.
Marcos Aurell, codirector del trabajo y catedrático
de la Universidad de Zaragoza, enfatiza en la relevancia de encontrar
yacimientos como estos en la provincia de Teruel y la capacidad del grupo de
investigación Aragosaurus: Recursos Geológicos y Paleoambientes para abordar
estos trabajos de manera multidisciplinar.
Este trabajo se enmarca en la Tesis Doctoral de
Álvaro García-Penas, que trata de reconstruir la evolución en el tiempo de la
antigua bahía de Oliete, un entrante de mar de la gran cuenca marina que ocupó
el Maestrazgo durante el Cretácico. Este yacimiento, que sigue en proceso de
investigación, va a permitir además describir estos fósiles con más detalle.
Todos los trabajos se enmarcan en la investigación de dos proyectos financiados
por el Gobierno de Aragón y el Ministerio de Ciencia, Innovación y
Universidades.
Reconstrucción del modo de vida de unos crinoideos
en las aguas poco profundas de la bahía de Oliete. Imagen de Hugo Salais,
Metazoa Studio.
La vida hace
145 millones de años
A mediados del periodo Cretácico, hace
aproximadamente 145 millones de años, existía una gran diversidad de vida en
tierra firme y en los mares. En España hay yacimientos con restos fósiles del
Cretácico por toda la geografía, que han ayudado a conocer mejor a los
pobladores de este periodo geológico del final de la era Mesozoica. En esta
era, los maresrebosaban de vida y las cadenas tróficas estaban bien definidas,
con depredadores importantes como los tiburones o los reptiles marinos en el
ápice de la pirámide alimenticia. Fue en este momento concreto cuando se ha
definido la “Revolución Marina del Mesozoico”. Este evento, que abarcó todo el
Mesozoico, involucró un incremento en el número de depredadores en las aguas
poco profundas y la migración de muchos grupos de invertebrados a zonas
profundas, donde encontraron refugio en un entorno más seguro.
Uno de los grupos que más se ha estudiado en
relación con esta revolución biológica en los mares del Mesozoico son los
crinoideos. Su esqueleto es de calcita y está formado por miles de partes
articuladas. Tras su muerte, ese esqueleto se desarticula rápidamente, y sus
pequeños restos quedan aislados y repartidos por el fondo marino. Los
crinoideos actuales que viven fijos al fondo marino se encuentran en zonas profundas
a partir de los 100 metros, aunque sobre todo empiezan a ser abundantes a más
de 300 metros. En estas condiciones no hay luz, apenas hay corrientes, y los
depredadores escasean. Sin embargo, los crinoideos del Mesozoico vivían en
aguas poco profundas, y se cree que su migración a los fondos oceánicos estuvo
relacionada con el incremento en la depredación.
REFERENCIA
García-Penas, Á., Baumiller, T. K., Aurell, M. and
Zamora, S. 2024. Intact stalked crinoids from the late Aptian of NE Spain offer
insights into the Mesozoic Marine Revolution in the Tethys. Geology. https://doi.org/10.1130/G52179.1
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