La longitud de las ballenas grises se ha acortado en 1,64 metros en solo 20 años
Las ballenas grises que pasan el verano
alimentándose en aguas poco profundas frente a la costa noroeste del Pacífico
han experimentado una sorprendente disminución de la longitud de su cuerpo
desde aproximadamente el año 2000, según ha desvelado un estudio de la
Universidad Estatal de Oregón (EEUU) que acaba de conocerse. Cambios en la
disponibilidad de alimento, causados probablemente por el cambio climático,
podrían estar en la base de esta transformación.
Tener un cuerpo de tamaño más pequeño podría tener
importantes consecuencias para la salud y el éxito reproductivo de las ballenas
afectadas, y también hace saltar las alarmas sobre el futuro de la red
alimentaria de la que forman parte estos animales, afirman los investigadores.
"Esto podría ser una señal de alerta de que la
abundancia de esta población está empezando a disminuir o no está en buen estado",
afirmó K.C. Bierlich, coautor del estudio y profesor asistente en el Instituto
de Mamíferos Marinos de OSU en Newport. "Y las ballenas son consideradas
centinelas del ecosistema, por lo que, si a la población de ballenas no le está
yendo bien, eso podría decir mucho sobre el medio ambiente en general".
El estudio,
publicado en Global Change Biology, analizó el Grupo de Alimentación de la
Costa del Pacífico (PCFG), un pequeño subconjunto de unas 200 ballenas grises
dentro de la población más grande del Pacífico Norte Oriental, de alrededor de
14.500. Este subgrupo permanece más cerca de la costa de Oregón, alimentándose
en aguas menos profundas y más cálidas que los mares árticos, donde la mayor
parte de la población de ballenas grises pasa la mayor parte del año.
Estudios recientes de OSU han demostrado que las
ballenas de este subgrupo son más pequeñas y, en general, tienen peor condición
corporal que sus homólogas del Pacífico Norte Oriental. El estudio actual revela
que se han ido reduciendo en las últimas décadas.
El Laboratorio de Ecología Geoespacial de la
Megafauna Marina (GEMM) del Marine Mammal Institute ha estado estudiando este
subgrupo de ballenas grises desde 2016, incluyendo el sobrevuelo de estos cetáceos
con drones para medir su tamaño.
Utilizando imágenes de 2016-2022 de 130 ballenas
individuales con edad conocida o estimada, los investigadores determinaron que
se espera que una ballena gris adulta nacida en 2020 alcance una longitud
corporal adulta de 1,65 metros más corta que una ballena gris nacida antes de
2000. Para las ballenas grises del PCFG que crecen entre 11 y 12 metros de
largo en plena madurez, eso representa una pérdida de más del 13% de su longitud
total.
Si ocurriera la misma tendencia en los humanos,
sería como si la altura de la mujer estadounidense promedio se redujera de 1,60
a 1,40 metros en el transcurso de 20 años.
"En
general, el tamaño es fundamental para los animales", dijo Enrico Pirotta,
autor principal del estudio e investigador de la Universidad de St. Andrews en
Escocia. "Afecta su comportamiento, su fisiología, su historia de vida y
tiene efectos en cascada para los animales y para la comunidad de la que forman
parte".
Las crías de ballena que son más pequeñas en la edad
de destete pueden no ser capaces de hacer frente a los riesgos que conlleva
iniciar una vida independiente, lo que puede afectar a sus tasas de
supervivencia, añadió Pirotta.
Para las ballenas grises adultas, una de las mayores
preocupaciones es el éxito reproductivo. “Al ser más pequeñas, existen dudas
sobre la eficacia con la que estas ballenas grises del grupo PCFG pueden
almacenar y asignar energía para crecer y mantener su salud. Y, lo que es más
importante, ¿son capaces de dedicar suficiente energía a la reproducción y
mantener el crecimiento de la población?", se preguntó Bierlich.
Las cicatrices en las ballenas PCFG por choques con
embarcaciones y enredos en aparejos de pesca también preocupan al equipo,
porque un tamaño corporal más pequeño y con menores reservas de energía podría
hacer que las ballenas sean menos resistentes a esas lesiones.
¿Por qué se está produciendo este acortamiento en la
longitud de dichos cetáceos? El estudio también examinó los patrones del
entorno oceánico que regulan la disponibilidad de alimentos para estas ballenas
grises frente a la costa del Pacífico mediante el seguimiento de ciclos de
"surgencia" y "relajación" en el océano. Las corrientes
ascendentes arrastran los nutrientes de las regiones más profundas a las menos
profundas, mientras que los períodos de relajación permiten que esos nutrientes
permanezcan en áreas menos profundas donde la luz permite el crecimiento del
plancton y otros organismos diminutos, incluida la presa de las ballenas
grises.
"Sin un
equilibrio entre afloramiento y relajación, es posible que el ecosistema no
pueda producir suficientes presas para sustentar el gran tamaño de estas
ballenas grises", dijo la coautora Leigh Torres, profesora asociada y
directora del Laboratorio GEMM en OSU.
Los datos muestran que el tamaño de las ballenas
disminuyó simultáneamente a los cambios en el equilibrio entre el afloramiento
y la relajación, dijo Pirotta.
"No hemos analizado específicamente cómo el
cambio climático está afectando estos patrones, pero en general sabemos que el
cambio climático está afectando la oceanografía del Pacífico nororiental a
través de cambios en los patrones del viento y la temperatura del agua",
explicó. “Y estos factores y otros afectan la dinámica de surgencia y relajación
en la zona”.
Ahora que saben que el tamaño corporal de las
ballenas grises PCFG está disminuyendo, los investigadores afirman tener muchas
preguntas nuevas sobre las consecuencias posteriores de esa disminución y los
factores que podrían estar contribuyendo a ella.
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