La velocidad de la luz coincide con la latitud de la gran pirámide de Guiza
Egipto es una de las tierras más ricas en cultura
antigua de nuestro planeta. Podemos descubrir algunos de sus secretos al
entender el motivo por el que las momias se conservan o al explicar el mito de
la maldición de Tutankamón. Y como existen muchas teorías locas respecto a esta
civilización, empezaremos por desmentir la conexión entre una de sus más
famosas pirámides y una conocida constante universal.
Si te pregunto cuál es la velocidad de la luz,
seguramente no sabrías darme el dato exacto. La luz se desplaza en el vacío a
299.792.458 metros por segundo, más de 1.000 millones de kilómetros por hora,
siendo esta velocidad una de las constantes universales de nuestra realidad. Es
verdad que las coordenadas 29.9792458° N nos ofrecen acceso a la gran pirámide
de Guiza, pero esto es simplemente una coincidencia.
No es que lo digamos nosotros por no profundizar más
en este asunto, sino que existen razones de peso para realizar una afirmación
tan categórica, que desdice algunas teorías de aquellas personas que siempre
intentan encontrar significados ocultos en datos y observaciones que no pasan
de ser meras anécdotas.
Por ejemplo, para que ambas mediciones tuviesen una
relación directa, lo primero que habrían tenido que resolver los antiguos
eruditos de Egipto sería conocer esta constante universal, algo que no se
consiguió hasta que el astrónomo danés Ole Roemer calculó la velocidad de la
luz en el año 1676.
Supongamos que ese dato ya era de sobra conocido en
Egipto hace miles de años. Esta civilización no pudo dar con el dato en metros
por segundo, dado que esta medida no comenzó a utilizarse hasta el año 1791.
Sin embargo, continuemos imaginando que nos equivocamos y que los egipcios
descubrieron la velocidad de la luz y utilizaron metros para describirla.
El último clavo en el ataúd de esta coincidencia
llegaría de la mano de la deriva continental. Debido a que las masas
continentales están en continuo movimiento, tal y como se explica en un
artículo publicado en el medio Science, la gran pirámide de Guiza se habría
desplazado decenas de metros desde la época en que se construyó, con lo que los
arquitectos habrían tenido que tener en cuenta este factor y calcular que
dentro de 4.500 años tendríamos las herramientas suficientes para hacer
coincidir la velocidad de la luz con las coordenadas de una de sus más famosas
criptas reales.
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