Titán puede tener mares con olas
Titán, la luna más grande de Saturno, es el único
mundo del sistema solar, además de la Tierra, que alberga ríos, lagos y mares
activos, algunos comparables en tamaño a los Grandes Lagos de Norteamérica.
Compuestos por metano y etano líquidos, su existencia fue confirmada por las
imágenes tomadas por la nave espacial Cassini de la NASA en 2007. Desde
entonces, los científicos han estudiado al detalle esas y otras fotografías, en
las que llamaron la atención unos extraños reflejos que parecían sugerir la
presencia de olas, las primeras fuera de nuestro planeta. Sin embargo, el
hallazgo no convenció a todo el mundo. Sin nuevas evidencias, algunos
investigadores incluso han concluido que los mares de Titán son lisos como un
espejo.
En vez de buscar señales directas en las imágenes
remotas de la Cassini, geólogos del Instituto de Tecnología de Massachusetts
(MIT) han intentado resolver el misterio desde otra perspectiva. El equipo
aplicó un modelado a los mares de Titán para determinar qué forma de erosión
podría haber moldeado sus costas. Según los resultados, que aparecen publicados
en la revista 'Science Advances', hacen falta olas para que tengan la forma que
tienen.
«Si las costas de los mares de Titán se han
erosionado, las olas son las más probables culpables», afirma Taylor Perron,
profesor de Ciencias de la Tierra, Atmosféricas y Planetarias en el MIT. «Si
pudiéramos situarnos en el borde de uno de los mares de Titán, podríamos ver
olas de metano y etano líquidos rompiendo en la orilla durante las tormentas. Y
serían capaces de erosionar el material del que está hecha la costa», añade.
Según un nuevo estudio, el océano se encuentra bajo
una capa helada de entre 40 y 80 km, suficiente para mantener el agua líquida y
a salvo de las inclemencias de la superficie del planeta
Se cree que los mares de Titán se formaron cuando
niveles crecientes de líquido inundaron un paisaje atravesado por valles
fluviales. Los investigadores se centraron en tres escenarios de lo que podría
haber sucedido después: ninguna erosión costera; una erosión impulsada por las
olas; y una «erosión uniforme», impulsada ya sea por «disolución», en la que el
líquido disuelve pasivamente el material de una costa, o por un mecanismo en el
que la costa se desprende gradualmente por su propio peso.
Los investigadores simularon cómo evolucionarían las
distintas formas de la costa en cada uno de los tres escenarios. Para simular
la erosión provocada por las olas, tuvieron en cuenta una variable conocida
como «fetch», que describe la distancia física desde un punto de la costa hasta
el lado opuesto de un lago o mar.
«La erosión de las olas está impulsada por la altura
y el ángulo de la ola», explica Rose Palermo, geóloga del..... . «Usamos el
'fetch' para aproximar la altura de las olas porque cuanto mayor es el 'fetch',
mayor es la distancia a la que puede soplar el viento y crecer las olas»,
añade.
Para probar cómo las formas de la costa diferirían
entre los tres escenarios, los investigadores comenzaron con un mar simulado
con valles fluviales inundados alrededor de sus bordes. Para la erosión
provocada por las olas, calcularon la distancia de alcance desde cada punto a
lo largo de la costa hasta cualquier otro punto, y convirtieron estas
distancias en alturas de las olas. Luego, ejecutaron su simulación para ver
cómo las olas erosionarían la costa inicial con el tiempo. Compararon esto con
cómo evolucionaría la misma costa bajo la erosión provocada por una erosión
uniforme. El equipo repitió este modelo comparativo para cientos de formas de
costa iniciales diferentes.
Descubrieron que las formas de los extremos eran muy
diferentes según el mecanismo subyacente. El equipo comprobó sus resultados
comparando sus simulaciones con lagos reales de la Tierra. Encontraron la misma
diferencia en la forma entre los lagos terrestres que se sabe que han sido
erosionados por las olas y los lagos afectados por una erosión uniforme, como
la piedra caliza en disolución.
Su modelado reveló formas costeras distintas
dependiendo del mecanismo por el cual evolucionaron. Entonces el equipo se
preguntó dónde encajarían las costas de Titán. En particular, se centraron en
cuatro de los mares más grandes y mejor cartografiados de Titán: Kraken Mare,
que es comparable en tamaño al Mar Caspio; Ligeia Mare, que es más grande que
el Lago Superior; Punga Mare, que es más largo que el lago Victoria; y Ontario
Lacus, que tiene aproximadamente un 20 por ciento del tamaño de su homónimo
terrestre.
El equipo trazó un mapa de las costas de cada mar de
Titán utilizando imágenes de radar de Cassini y luego aplicó su modelado a cada
una de las costas del mar para ver qué mecanismo de erosión explicaba mejor su
forma. Descubrieron que los cuatro mares encajaban sólidamente en el modelo de
erosión impulsada por las olas, lo que significa que las olas producían costas
que se parecían más a los cuatro mares de Titán.
«Descubrimos que si las costas se han erosionado,
sus formas son más consistentes con la erosión por olas que con la erosión
uniforme o sin erosión alguna», dice Perron.
Los investigadores están trabajando para determinar
la fuerza que deben tener los vientos de Titán para provocar esas olas. También
esperan descifrar desde qué direcciones sopla predominantemente el viento.
Saber si los mares de Titán albergan actividad de
olas podría brindar a los científicos información sobre el clima de la luna.
También podría ayudarles a predecir cómo podría evolucionar con el tiempo la
forma de los mares. Además, «podría ayudarnos a aprender más sobre cómo las
costas se erosionan sin la influencia de las personas, y tal vez eso pueda
ayudarnos a gestionar mejor nuestras costas en la Tierra en el futuro», dice
Palermo.
Los investigadores destacan que sus resultados no
son definitivos. Para confirmar que hay olas en Titán se requerirán
observaciones directas de su actividad en la superficie de la luna.
..
Comentarios
Publicar un comentario