A finales de 2024 el Sol iniciará su inversión de los polos magnéticos
El ciclo de actividad solar dura alrededor de once años, por lo que la última vez que se invirtieron los polos magnéticos de la tierra fue en 2013. Este evento tiene una importancia significativa, ya que establece que se ha llegado a la mitad del llamado ‘máximo solar’, la altura de la actividad solar.
Las previsiones dicen que el ‘máximo solar’ del
ciclo actual se producirá entre finales de este año, 2024, y principios del
2026. Es decir, que en ese periodo de tiempo se invertirán los polos magnéticos
del sol y comenzará el cambio hacia el ‘mínimo solar’.
Durante el ‘mínimo solar’, el campo magnético del
sol se acerca a un dipolo, que es “un conjunto de dos polos eléctricos o
magnéticos de igual magnitud y signo contrario, y muy próximos”, y que cuenta
con un polo norte y un polo sur, similar al campo magnético de la Tierra.
Según la distancia al máximo solar disminuye, “el
campo magnético del sol se vuelve más complejo, sin una separación clara entre
los polos norte y sur”, explica Ryan French, un astrofísico solar, en
declaraciones a ‘Space.com’. Cuando ya ha pasado el máximo solar, se invierten
los polos, y finalmente llega el mínimo, el Sol vuelve a ser un dipolo, aunque
con la polaridad invertida.
Y es que el ciclo de actividad solar dura once años,
y está impulsado por el campo magnético del Sol, manifestándose por la
frecuencia e intensidad de las manchas solares visibles en la superficie de la
Tierra.
Más allá de este ciclo, existe otro, algo menos
conocido, que es el ciclo Hale, el cíclico magnético completo del sol. Este
ciclo dura veintidós años y representa el proceso entero, desde el punto del
‘máximo solar’, a la inversión de los polos, tras lo que se llega al ‘mínimo
solar’, y vuelta a empezar.
Es decir, aproximadamente cada once años tenemos un
nuevo máximo solar (el último se produjo en de 2014), y cada veintidós, el
proceso completo, incluyendo el mínimo solar, por lo que el ciclo se reinicia.
La próxima inversión de los polos se producirá del campo
magnético norte al sur en el hemisferio norte y viceversa en el hemisferio sur.
“Esto lo llevará a una orientación magnética similar a la de la Tierra, que
también tiene su campo magnético orientado hacia el sur en el hemisferio
norte”, explicó French.
El cambio de polaridad se produce gracias las
manchas solares. Estas son regiones magnéticamente complejas alrededor de la
superficie del Sol y que pueden dar lugar a importantes fenómenos solares, como
erupciones solares y eyecciones de masa coronal , que son grandes explosiones
de plasma.
Estas manchas solares siguen la llamada ley de Hale,
que explica el ya mencionado astrofísico French. Si estas regiones aparecen
cerca del ecuador del sol, su orientación coincidirá con la del campo magnético
antiguo, mientras que, en caso de aparecer más cerca de los polos, su
orientación será más cercana a la del campo magnético que se producirá a partir
de la inversión.
Aun así, la causa como tal del fenómeno de la
inversión se desconoce, ya que realmente depende de la procedencia del campo
magnético.
Un cambio de polaridad tan grande no se produce de
un momento a otro, y es que normalmente la duración oscila entre uno y dos
años, ya que la transición desde un dipolo a un campo magnético complejo es
gradual, y no hay un momento específico en el que los polos del sol se
invierten.
Aun así, el periodo suele variar de ese año o dos
años de media, ya que, por ejemplo, en el anterior ciclo solar, que terminó en
diciembre de 2019, tardó casi cinco años en revertirse la polaridad.
Nosotros no seremos conscientes de la inversión como
tal, pero esta tendrá una serie de efectos secundarios que nos afectarán,
aunque probablemente tampoco nos daremos cuenta.
El sol ha estado muy activo en estos últimos meses,
y es que ha disparado muchas y poderosas erupciones solares. A partir de estas,
se han producido tormentas geomagnéticas que han permitido ver estas últimas
semanas auroras boreales en algunos puntos de la tierra donde no sería tan
común verlas.
Aun así, todos estos cambios en la llamada
‘meteorología del espacio’, que está normalmente en su punto más fuerte durante
el máximo solar, no son causados directamente por la inversión de los polos.
Uno de los efectos que si provoca de manera directa
la inversión del campo magnético es leve, se podría considerar beneficioso para
los habitantes del planeta Tierra, y es que puede ayudar a protegernos de los
rayos cósmicos galácticos.
Estos son partículas subatómicas de alta energía que
viajan muy rápido, a una velocidad cercana a la de la luz y que pueden dañar
las naves espaciales y perjudicar a los astronautas que estén en órbita y fuera
de la atmósfera, que protege a nuestro planeta.
Según el campo magnético del Sol se va desplazando
durante el ciclo de actividad solar, la llamada ‘lámina de corriente’, que es
una superficie que dispara rayos de luz y calor a miles de millones de
kilómetros desde el ecuador del Sol, se ondula en exceso, mejorando la
protección ante los rayos cósmicos.
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