Un senderista descubre cerca de París un pie humano en un zapato
“La zapatilla
estaba en el suelo. Pensé que había una piedra dentro, así que creí que alguien
se estaba divirtiendo”, declaró Corinne, la mujer que se encontró el macabro
descubrimiento. Mujer de mediana edad residente en Méricourt, suele pasear a su
perro por la orilla del río Sena todas las mañanas en la ciudad situada al
oeste de París. Pero, lo que avistó la mañana del 10 de septiembre lo recordará
siempre.
En un primer momento, Corinne decidió no darle más
importancia a aquel zapato, pues tenía prisa. Horas más tarde, volvió a la
misma zona y la zapatilla seguía ahí. “Si sigue ahí esta noche, haré algo al
respecto”, dijo la mujer. Sin embargo, un amigo suyo pasó por allí antes que
ella y descubrió los restos óseos; por lo que llamó al ayuntamiento de la
localidad francesa.
La policía francesa acordonó la zona con el objetivo
de encontrar el segundo zapato, el cual fue rastreado rápidamente a unos 20
metros del primero, también a orillas del Sena. Sendos restos humanos estaban
contenidos en botas de montaña de la marca Decathlon de la talla 43. Además,
buzos de la policía francesa estuvieron explorando el río para encontrar el
resto del cuerpo, aunque sin éxito. Aunque los pies fueron encontrados en
tierra, no se descarta que este hallazgo tenga relación con el Sena, que pudo
haber arrastrado los zapatos.
La no identificación de la víctima está complicando
enormemente la labor de la investigación policial, en la que no se descarta
ninguna vía de desarrollo. La única certeza con la que cuenta la policía es que
ambos pies fueron amputados. Por ello, la fiscalía de Versailles ha abierto una
investigación por homicidio voluntario, lo que les permite explorar un marco
completo en la investigación, “no porque estén seguros” de que este hallazgo
sea el resultado de un homicidio voluntario, según fuentes de la fiscalía.
La brigada de investigación de Mantes-la-Jolie se ha
hecho cargo de la investigación, en la que se están siguiendo hipótesis desde
el accidente hasta el homicidio. Por el momento, ambos zapatos se han enviado
al instituto anatómico de la Gendarmería francesa para su análisis.
Fuentes cercanas a la investigación informaron que
no se descarta tampoco que este suceso esté relacionado con la presencia de una
presa de esclusa (obra hidráulica que permite el paso de embarcaciones entre
diferentes niveles de agua en ríos o canales navegables) cerca de la zona
acordonada. “La zona donde se encontraron los restos está situada aguas arriba
de la presa de una esclusa; allí atrapamos 3 o 4 cadáveres cada año”, dijeron
fuentes policiales.
Este terrible descubrimiento ha trastocado la
habitual tranquilidad de Méricourt, una comuna francesa que antiguamente se
proyectaba en la extracción de carbón, y ahora se centra en la agricultura y la
industria ligera. Corinne, la primera persona que observó el zapato, quizás no
volverá a pasear con su perro por la misma zona debido al horrible recuerdo que
tendrá.
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