La NASA captura la imagen del cinturón de radiación de la Tierra
En un logro sin precedentes para la exploración espacial, la NASA ha revelado las imágenes más detalladas del cinturón de radiación de la Tierra jamás obtenidas. Este cinturón, parte de la magnetosfera terrestre, es una región clave que actúa como escudo protector contra los rayos cósmicos dañinos provenientes del espacio. La captura de estas imágenes fue posible gracias a la sonda espacial Jupiter Icy Moons Explorer (JUICE), una nave de la Agencia Espacial Europea (ESA) que, si bien se dirige hacia Júpiter, ha demostrado ya su capacidad de realizar importantes aportes científicos en su trayecto.
El cinturón de radiación de la Tierra, también
conocido como cinturón de Van Allen, es un fenómeno electromagnético compuesto
por partículas cargadas atrapadas por el campo magnético del planeta. Estas
nuevas imágenes ofrecen una claridad sin precedentes sobre esta región crítica,
revelando detalles que no habían sido observados antes. La capacidad de JUICE
para capturar tales imágenes no solo brinda información sobre la estructura y
composición de la magnetosfera, sino que también ayuda a comprender mejor los
peligros y retos asociados a los futuros viajes espaciales humanos a destinos
como la Luna o Marte.
La misión de la sonda espacial JUICE (Jupiter Icy
Moons Explorer) de la Agencia Espacial Europea (ESA) es una de las
exploraciones más ambiciosas de los últimos años, con un objetivo claro: llegar
a Júpiter y sus lunas en 2031. Lanzada el 14 de abril de 2023, la misión busca
explorar a fondo el planeta más grande del Sistema Solar y tres de sus 79 lunas
principales: Calisto, Europa y Ganímedes. El estudio de estas lunas es clave,
ya que se considera que algunas podrían albergar océanos subterráneos y
potenciales condiciones para la vida.
La sonda JUICE se ha diseñado para ser una pionera
en el estudio de la magnetosfera de Júpiter y de su compleja interacción con
las lunas galileanas. Ganímedes, la luna más grande del Sistema Solar, es de
particular interés, ya que cuenta con su propio campo magnético. Se espera que
la sonda recopile datos sobre la atmósfera, superficie y posible actividad
interna de estas lunas, que podrían dar pistas sobre su habitabilidad.
En su largo viaje hacia Júpiter, la sonda JUICE debe
llevar a cabo complejas maniobras de asistencia gravitatoria, utilizando la
atracción de varios planetas para ajustar su velocidad y trayectoria. Estos
sobrevuelos son esenciales para asegurar que la sonda pueda llegar a su destino
final en 2031. Una de las primeras etapas cruciales de esta travesía ocurrió en
agosto de 2023, cuando JUICE realizó un sobrevuelo sin precedentes, pasando a
solo 465 millas (unos 748 kilómetros) de la superficie de la Luna y luego sobre
la Tierra. Esta maniobra marcó el primer sobrevuelo de la historia entre la
Luna y la Tierra, permitiendo no solo que la sonda se encaminara hacia su
destino, sino también aprovechar al máximo la recolección de datos sobre el
entorno espacial.
Estos sobrevuelos funcionan como “empujones
gravitacionales” que permiten que la sonda conserve combustible y ajuste su
velocidad y ángulo de viaje de manera eficiente. La estrategia se basa en pasar
cerca de planetas para aprovechar su atracción gravitacional y modificar la
trayectoria de la nave. Para JUICE, esta serie de asistencias gravitacionales
es vital para garantizar que pueda alcanzar el sistema joviano.
El viaje de JUICE no se detiene aquí. Después de
este exitoso sobrevuelo entre la Luna y la Tierra, la sonda se dirige ahora
hacia Venus, donde en agosto de 2025 realizará otro giro gravitacional que la
ayudará a cambiar su rumbo. Posteriormente, JUICE regresará a la Tierra en 2026
y 2029 para realizar nuevas asistencias gravitatorias, antes de finalmente
enfilar hacia Júpiter. Estas maniobras complejas no solo optimizan el trayecto
de la sonda, sino que también brindan oportunidades únicas para que sus instrumentos
científicos recopilen valiosa información sobre el entorno espacial cercano a
la Tierra y otros cuerpos celestes.
La sonda JUICE está equipada con instrumentos
científicos avanzados que ya han comenzado a demostrar su capacidad de obtener
datos relevantes durante los sobrevuelos previos a su llegada a Júpiter. En
agosto de 2023, durante su paso cercano a la Luna y la Tierra, se pusieron a
prueba dos instrumentos clave: JoEE (Jovian Energetic Electrons) y JENI (Jovian
Energetic Neutrals and Ions), diseñados para analizar partículas energéticas y
la interacción entre la magnetosfera y el entorno espacial.
Durante el primer sobrevuelo a unos 748 kilómetros
de la superficie lunar, JoEE se activó y aprovechó la oportunidad para
recopilar datos sobre el entorno espacial de la Luna y su interacción con la
magnetosfera terrestre. Aunque el instrumento fue diseñado para estudiar el
entorno de Júpiter, su prueba durante este breve período permitió verificar su
funcionamiento y capacidad de medir partículas energéticas que afectan tanto a
la Luna como a la Tierra
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