Detectan un puente de materia oscura a 240 millones de años luz
Gracias al uso de lentes gravitacionales, los astrónomos han encontrado los restos de un objeto que impactó con Perseo hace 5.000 millones de años
Un equipo
internacional de investigadores ha logrado detectar una enorme estructura
invisible a simple vista: un puente de materia oscura que conecta el cúmulo de
Perseo con otra masa colosal ubicada a unos 1,4 millones de años luz de
distancia. Esta impresionante estructura cósmica es la prueba que faltaba para
confirmar que el cúmulo de Perseo, uno de los más estudiados del universo,
sufrió una colisión hace unos 5.000 millones de años. El hallazgo ha sido
posible gracias al uso de lentes gravitacionales, un fenómeno previsto por
Einstein que permite ver objetos invisibles a través de la deformación del
espacio-tiempo.
La pieza que faltaba
en Perseo
Hasta ahora se pensaba
que el cúmulo de Perseo, situado a 240 millones de años luz de la Tierra y con
una masa equivalente a 600 billones de soles, estaba en un estado relativamente
estable. Sin embargo, ciertas anomalías observadas recientemente indicaban que
había sufrido una fusión galáctica en tiempos más cercanos de lo esperado.
Gracias al telescopio Subaru del Observatorio Astronómico Nacional de Japón,
ubicado en Mauna Kea, Hawái, los científicos han identificado un cúmulo de
materia oscura de unas 200 billones de masas solares y un puente que lo conecta
con Perseo, evidencia directa de aquella colisión galáctica.
Lentes que revelan lo
invisible
En lugar de utilizar
las lentes gravitacionales para observar objetos lejanos, como es habitual, el
equipo invirtió el procedimiento: estudiaron cómo las galaxias de fondo se
deformaban para así detectar la lente en primer plano, en este caso formada por
materia oscura. Esta técnica ha revelado con claridad una estructura
intergaláctica que no emite luz, pero cuya masa perturba el espacio a su
alrededor, demostrando su existencia a través del efecto gravitacional.
El misterio de la
materia oscura sigue vivo
Aunque no se puede ver
directamente, la materia oscura representa aproximadamente el 27% del universo
y sigue siendo uno de los grandes enigmas de la cosmología. Este hallazgo no
solo apoya su existencia, sino que refuerza la utilidad de las lentes
gravitatorias para desentrañar la historia del cosmos. Los resultados del
estudio han sido publicados en la revista Nature Astronomy.
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