El eclipse solar del 2471 a.C. que pudo cambiar el destino del Antiguo Egipto
Una teoría astronómica plantea que un eclipse total marcó el fin de la IV Dinastía y dio paso a un nuevo orden solar y religioso en la V Dinastía
Un eclipse solar total registrado en el año 2471 a.C. podría haber sido el detonante simbólico de uno de los cambios más relevantes en la historia del Antiguo Egipto. Según algunos investigadores, el fenómeno astronómico, que oscureció el cielo de forma repentina, fue interpretado por los egipcios como una señal de desagrado divino, especialmente hacia el faraón Shepseskaf, el último gobernante de la IV Dinastía.
Una tumba sin pirámide
A diferencia de sus predecesores, Shepseskaf no construyó una pirámide como
tumba, sino una mastaba —estructura funeraria más modesta—, rompiendo
con una tradición que simbolizaba la conexión del faraón con los dioses. Este
gesto, inusual para un rey de su linaje, ha sido interpretado como una crisis
de legitimidad o fe, posiblemente influida por la lectura negativa del
eclipse.
Nacimiento del culto solar
Tras la muerte de Shepseskaf, surgió la V Dinastía, que adoptó una
nueva línea arquitectónica y religiosa centrada en el culto solar. Los
nuevos faraones construyeron templos dedicados al dios Ra, el Sol, como
forma de restaurar el orden cósmico y reafirmar su vínculo con lo
divino. Este giro espiritual pudo haber sido una respuesta directa al eclipse,
entendido como una ruptura del equilibrio sagrado.
El cielo como guía histórica
Aunque no existen pruebas concluyentes, esta teoría subraya cómo un evento
astronómico pudo haber tenido repercusiones profundas en la política y religión
del antiguo Egipto, revelando el poder simbólico del cielo en el
imaginario de las civilizaciones antiguas.
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