Proponen fertilizar el suelo de Marte con sangre menstrual
Científicas españolas recrean la vida en el planeta rojo y abren nuevas vías de autosuficiencia agrícola y sostenibilidad espacial
La misión española Hypatia
II, compuesta íntegramente por mujeres científicas, ha logrado un avance
inesperado en su simulación de vida en Marte: demostrar que la sangre menstrual
puede utilizarse como fertilizante eficaz para cultivar brotes verdes. Esta
sorprendente conclusión es fruto de una investigación llevada a cabo durante su
estancia en la Mars Desert Research Station (MDRS), una base situada en
el desierto de Utah (EE. UU.) que simula las condiciones de habitabilidad en el
planeta rojo.
El ciclo menstrual
como recurso, no como obstáculo
La misión Hypatia
II es la primera en utilizar copas menstruales como herramienta de
recolección durante una simulación espacial, rompiendo con una tradición que
veía el ciclo femenino como una molestia logística. Lejos de ello, las
astronautas han reivindicado su uso como un recurso sostenible, sin residuos y
con beneficios potenciales como el reciclaje en forma de fertilizante. “Es
surrealista, pero hasta ahora no había ningún estudio científico que se
preocupara en comprobarlo”, explicó la geóloga Marina Martínez, integrante del
equipo.
Resultados
prometedores en cultivos
Durante la misión, se
recogió sangre menstrual de dos de las tripulantes y se diluyó con agua para
aplicarla a semilleros de legumbres germinadas. El resultado: mayor cantidad de
raíces y brotes más tempranos en comparación con aquellos sin fertilizante.
Esta línea de estudio, desarrollada en colaboración con investigadores del
Hospital Sant Pau de Barcelona, ha puesto de manifiesto el valor biológico de
un recurso desaprovechado.
Reflexión sobre género,
ciencia y exploración espacial
La divulgadora
científica y también tripulante Jennifer García Carrizo destacó cómo la visión
tradicionalmente masculinizada de la exploración espacial ha supuesto que
muchas astronautas se vean obligadas a inhibir su menstruación. Recordó el caso
histórico de Sally Ride, enviada por la NASA a una misión de siete días con
¡100 tampones! como parte del equipo, evidencia del desconocimiento sobre el
cuerpo femenino incluso en instituciones científicas de élite.
Impacto físico y
continuación del estudio
Las participantes
realizaron mediciones antropométricas antes y después de su estancia para
evaluar los efectos del aislamiento y las restricciones alimentarias,
especialmente en la ingesta de proteínas. Si bien mantuvieron su peso y fuerza,
todas perdieron masa muscular, lo que pone en evidencia la necesidad de adaptar
futuras misiones a las condiciones fisiológicas específicas de las mujeres.
Una tercera misión ya
en camino
Los trabajos iniciados
por Hypatia II no terminan aquí. Está previsto que en 2027 se lleve a
cabo una tercera misión, Hypatia III, con el respaldo de la Fundación
“la Caixa”, en la que se ampliarán estos estudios y se profundizará en la
sostenibilidad, el papel de las mujeres en el espacio y los límites de la vida
humana en condiciones extremas.
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