BIOPARC Valencia llora la muerte de su pantera negra Mamba
BIOPARC Valencia vive días de profunda emoción tras el fallecimiento de Mamba, la histórica pantera negra que desde 2008 se convirtió en uno de los grandes símbolos del parque y en un referente para la conservación del leopardo a nivel internacional. La hembra, que había superado los 20 años de edad, murió a consecuencia de una insuficiencia renal asociada a su avanzada edad, tras una larga etapa de cuidados veterinarios intensivos y seguimiento especializado.
Mamba formaba
parte del Programa Europeo de Especies en Peligro (EEP) del leopardo (Panthera pardus kotiya), una iniciativa destinada a
garantizar la supervivencia de esta especie gravemente amenazada. Su longevidad
fue excepcional, ya que en estado salvaje la esperanza de vida de estos grandes
felinos se sitúa entre los 10 y 12 años. Llegó a Valencia con solo dos años
desde el Zoo de Pont-Scorff, en Francia, y durante más de una década permitió a
miles de personas descubrir de cerca la belleza y singularidad de las panteras
negras.
En los
últimos años, el equipo veterinario de BIOPARC detectó la presencia de un tumor
maligno, que fue tratado mediante dos intervenciones quirúrgicas exitosas. Sin
embargo, el paso del tiempo y las secuelas propias de un animal geriátrico
derivaron en un deterioro progresivo de su estado general. Ante la ausencia de
posibilidades de recuperación y priorizando su bienestar, los responsables del
parque tomaron la difícil decisión de practicarle la eutanasia.
Desde BIOPARC
Valencia han subrayado que, pese al dolor que supone su pérdida, existe también
un sentimiento de satisfacción por haberle garantizado una vida larga y de alta
calidad, marcada por una atención constante y especializada. La figura de Mamba
ha sido clave para sensibilizar sobre la protección del leopardo, incluido en
la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza
(UICN), cuya población ha descendido cerca de un 30% en las últimas dos décadas
y ha desaparecido en más de una veintena de países.
Las panteras
negras, lejos de ser una especie distinta, son leopardos que presentan
melanismo, una mutación genética que oscurece su pelaje, aunque bajo la luz
solar aún se distinguen sus características manchas. Mamba permitió desmontar
mitos, acercar la ciencia al público y reforzar el mensaje de conservación que
define el modelo BIOPARC.
Su ausencia deja un vacío emocional en el parque, pero también
refuerza el compromiso del equipo con la preservación de la biodiversidad y la
divulgación de la necesidad urgente de proteger la fauna salvaje. Mamba se
marcha como vivió: convertida en un icono de belleza, respeto y conciencia
ambiental.









Comentarios
Publicar un comentario