Un fósil hallado en Australia adelanta la aparición de tiburones gigantes en la evolución marina

 

Un descubrimiento realizado por paleontólogos en la región de Darwin, en el norte de Australia, obliga a revisar la cronología evolutiva de los tiburones modernos. El análisis de cinco vértebras fósiles, publicado en la revista científica Communications Biology, indica que el animal al que pertenecieron vivió hace unos 115 millones de años y pudo alcanzar hasta ocho metros de longitud, un tamaño inusualmente grande para su época.

El hallazgo aporta nueva información sobre el momento en el que los tiburones gigantes comenzaron a ocupar la cima de los ecosistemas marinos. Aunque los tiburones existen desde hace más de 400 millones de años, los linajes considerados “modernos” surgieron durante la Era de los Dinosaurios. Hasta ahora, los fósiles más antiguos de estos grupos se databan en torno a los 135 millones de años y correspondían a ejemplares pequeños, generalmente de menos de un metro.

Los restos australianos pertenecen al orden Lamniformes, el mismo que incluye al actual tiburón blanco. A partir del estudio comparativo con vértebras de grandes tiburones actuales, los investigadores comprobaron similitudes morfológicas claras, aunque con una diferencia significativa de tamaño. Mientras que las vértebras de un tiburón blanco adulto miden alrededor de ocho centímetros de diámetro, las del fósil hallado superan los 12 centímetros.

Estas dimensiones apuntan a un animal de gran envergadura, muy superior a cualquier lamniforme conocido de ese periodo. El análisis permitió además identificar el fósil como perteneciente al grupo de los cardabiodóntidos, tiburones megadepredadores que hasta ahora se consideraban exclusivos de fases más tardías del Cretácico.

El aspecto más relevante del descubrimiento es que este ejemplar precede en unos 15 millones de años a los cardabiodóntidos conocidos hasta la fecha. A pesar de su antigüedad, ya presentaba el gran tamaño característico del grupo, lo que sugiere que la evolución de los grandes tiburones depredadores se produjo mucho antes de lo que indicaban los registros fósiles disponibles.

Según los autores del estudio, este hallazgo obliga a replantear el ritmo y el momento en el que los tiburones modernos alcanzaron grandes dimensiones y dominaron los océanos. También aporta nuevos datos para comprender la estructura de los ecosistemas marinos del Cretácico Inferior y el papel que desempeñaron estos grandes depredadores en ellos.

Comentarios

Entradas populares