Descubren arte rupestre en una cueva del occidente de Cuba
Una de las peculiaridades valoradas por los
especialistas es el buen estado de conservación del sitio que ha sorprendido a
los espeleólogos
Un grupo de espeleólogos
cubanos descubrió 14 conjuntos de pictografías de arte rupestre en una cueva de
la Sierra del Infierno, en la provincia de Pinar del Río, la más occidental de
la isla.
Las pictografías, unos
dibujos geométricos de color negro impregnados en las paredes de la cueva,
sorprendieron a miembros del Grupo Pedro Borrás, de la Sociedad Cubana de
Espeleología, revela un reportaje publicado en la edición sabatina del
periódico Granma.
Los exploradores
encabezados por Pedro Luis Padín se toparon además con representaciones
realizadas por medio de incisiones (petroglifos) el pasado 15 de enero cuando
de manera casual entraron a la cueva, de la cual hablaban algunos campesinos de
la zona, en el municipio de Minas de Matahambre.
Una segunda expedición
realizada tres semanas después confirmó que se trataba de un nuevo sitio del
arte rupestre cubano al documentar la existencia de 14 conjuntos de
pictografías, dos de ellos en murales de tres a cuatro metros de longitud,
todos pintados de negro y con diseño geométrico.
La mayoría de los
dibujos encontrados están compuestos por líneas paralelas, puntos, triángulos y
figuras cuadrangulares.
También fue comprobada
la presencia de varios petroglifos elaborados mediante incisión fina sobre una
superficie previamente ahumada.
El presidente del Grupo
Borrás e investigador del Instituto de Geofísica y Astronomía del Ministerio de
Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, el investigador Efrén Jaimez, explicó que
esta es la segunda ocasión en que se reporta el uso de dicha técnica en Cuba y
la tercera para todo el Caribe insular.
"Si bien a primera
vista la caverna da la sensación de ser completamente virgen ante el impacto
antrópico, en el suelo interior hay abundante ceniza arqueológica, restos de
conchas de especies marinas, como el Strombus gigas y otras, que conducen a
plantear la posibilidad de que el lugar haya sido utilizado por grupos
aborígenes, que poblaron gran parte de Cuba y esa propia región", apuntó
el especialista.
Una de las
peculiaridades valoradas por los especialistas es el buen estado de
conservación del sitio, donde en principio no han observado huellas recientes
de visitas del hombre, lo que lo convierte en un importante escenario para futuras
investigaciones.
El hallazgo es uno de
los 313 sitios de arte rupestre documentados en el país caribeño y el número 42
encontrado en Pinar del Río, precisan los estudiosos.
Como datos adicionales
recordaron que el primer reporte de pinturas rupestres en Cuba tuvo lugar en
1839 y que alrededor del 60 % de los sitios cubanos están conformados por
pictografías, en su mayoría de color negro, aunque también las hay elaboradas
en rojo, blanco y sepia, y el 28 % solo contienen petroglifos.
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