Descubren un enorme ecosistema cretácico en Argentina
Un equipo argentino y japonés halla un gran
estrato con aves, cocodrilos, plantas, troncos de árboles petrificados,
caracoles…
En una portentosa expedición
de la que participaron 30 paleontólogos y geólogos de Argentina y Japón, se
descubrió un ecosistema de la última época de los dinosaurios a pocos
kilómetros del glaciar Perito Moreno. La campaña se vio afectada por la
pandemia y, como consecuencia del Coronavirus, un gran dinosaurio quedó
literalmente varado en Santa Cruz, a la espera de ser rescatado prontamente.
Aves, cocodrilos,
plantas, troncos de árboles petrificados, caracoles… Todo un Parque Cretácico
de la última época de los dinosaurios fue hallado en Santa Cruz, lo cual
representa un hecho único para comprender lo que ocurrió en el período previo a
la extinción masiva acontecida hace 66 millones de años.
La campaña implicó un
gran despliegue y los resultados fueron sorprendentes. El doctor Fernando
Novas, jefe del Laboratorio de Anatomía Comparada del Museo Argentino de
Ciencias Naturales (MACN) e investigador del CONICET, dirigió esta gran
expedición junto al paleontólogo Makoto Manabe del Museo Nacional de Tokio.
“Descubrimos fósiles muy
variados y esto se produjo, en gran medida, porque el grupo de trabajo que
participó de la expedición fue muy numeroso, de unas 30 personas que incluyeron
no solo a paleontólogos, sino también sedimentólogos de la Universidad Nacional
de La Plata, geofísicos de la UBA, como así también al grupo de científicos que
vino desde Tokio”, relató Fernando Novas a la Agencia CTyS-UNLaM.
El doctor Federico
Agnolin, investigador del MACN, del CONICET y Fundación de Historia Natural
Félix de Azara, destacó (ver video): “Tuvimos un éxito sin precedentes. Pudimos
descubrir una enorme cantidad de fósiles, entre pequeños granos de polen,
plantas y dinosaurios. Hemos encontrado de todo; nos hemos encontrado
prácticamente con un ecosistema de entre 65 y 70 millones de años de
antigüedad”.
“Descubrimos gran parte
de lo que componía la flora y la fauna de aquel lugar en aquel entonces”,
valoró Agnolin. Y agregó: “En aquel entonces, no existía la cordillera de los
Andes y el ambiente era totalmente distinto al actual. Los roquedales por los que
caminamos eran lagos, lagunas, ríos y bosques”.
El paleontólogo Fernando
Novas aseveró: “Los fósiles y toda la información que hemos recolectado nos va
a permitir conocer cómo fueron los cambios ambientales, climatológicos,
faunísticos y florísticos ocurridos en los últimos cinco millones de años del
reinado de los dinosaurios”.
Según advirtieron los
geólogos que participaron de la campaña, en ese sitio de montaña ubicado 25
kilómetros al sudoeste de El Calafate, había un río a fines del Cretácico y, a la
orilla del mismo, se depositaban los sedimentos de estos animales y plantas ahora
transformadas en fósiles.
“También, encontramos
ranas, lagartijas, serpientes, tortugas acuáticas, dinosaurios carnívoros y
herbívoros, e incluso restos de un gran cocodrilo”, continuó enumerando el
doctor Agnolin a la Agencia CTyS-UNLaM
El técnico Marcelo Isasi
del MACN y del CONICET estuvo a cargo de las tareas logísticas para esta gran
expedición. “No recuerdo que se haya hecho una campaña tan grande en los
últimos años en Argentina y, ahora, nos resta volver, porque encontramos un
dinosaurio enorme, pero el helicóptero de la Fuerza Aérea Argentina que iba a
ayudarnos a extraerlo no pudo realizar el operativo con motivo del inicio de la
cuarentena preventiva por el Coronavirus”.
“Cuando volvamos, nos va
a ir muy muy bien”, consideró Isasi. Y agregó: “La montaña nos espera con un
montón de maravillas paleontólógicas que estamos deseosos de ir a descubrir”.
La expedición se
desarrolló entre los días 6 y 24 de marzo. Respecto a lo que experimentó el
grupo de investigadores cuando se enteraron de lo que estaba ocurriendo en el
mundo con el COVID-19, Isasi contó: “No sabíamos qué hacer, pensamos en
quedarnos en la montaña y seguir trabajando, pero el clima ahí ya se ponía cada
vez peor y tuvimos días de mucho viento en los que se nos rompieron varias
carpas”.
“Veníamos con otra
mentalidad, del aire puro de la montaña, de ver guanacos y pumas, un lugar
mágico, con el glaciar Perito Moreno y con una vista extraordinaria de toda la
Cordillera y, al bajar, nos encontramos con una realidad tremenda y tuvimos que
hacer la cuarentena en El Calafate durante varios días, hasta que finalmente
pudimos obtener los papeles y permisos necesarios para regresar a nuestras
casas y seguir el aislamiento preventivo”, narró Isasi a la Agencia CTyS-UNLaM.
El doctor Fernando Novas
indicó: “Una de las ventajas de haber encontrado este ecosistema de fines de la
Era Mesozoica radica en que nos permitirá saber que ocurrió aquí, en el
hemisferio sur, durante la extinción de los dinosaurios”.
“La mayor parte de los
registros paleontológicos de esos últimos millones de años del Cretácico
provienen del norte, especialmente de Europa, Norteamérica y Asia, pero ésta es
la primera vez que aportaríamos algo desde el extremo sur de Sudamérica, por lo
que podremos conocer qué ocurrió en esta otra mitad del Planeta Tierra en ese
entonces”.
Al respecto, el doctor
Makoto Manabe del Museo Nacional de Tokio, afirmó que “hoy existe un consenso
general de que la colisión de un asteroide causó la última de las cinco
extinciones masivas en la historia de la Tierra, la cual aconteció hace 66
millones de años y se conoce con el nombre de límite K/Pg”.
“Los fósiles de América
del Norte jugaron un papel importante en los debates”, indicó Manabe. Y agregó:
“Recientemente, comenzamos a ver lo que sucedió no sólo hace 66 millones de
años, sino también 10 millones de años antes y después del límite”.
“Hubo alteraciones en la
disparidad morfológica en algunos dinosaurios en América del Norte mucho antes
de la colisión del asteroide; en tanto, otra investigación indica que
perecieron diversidad de especies de cocodrilos y el tamaño de sus cuerpos
disminuyó después del límite K/Pg, mientras que los mamíferos aumentaron significativamente
la diversidad de especies y el tamaño de sus cuerpos dentro de los 700 mil años
posteriores a la colisión del asteroide”, detalló Manabe. Y consideró: “Todos
estos datos son de América del Norte, pero la extinción en masa hace 66 millones
de años fue un evento mundial”.
De allí la importancia
del hallazgo de este ecosistema fósil en Santa Cruz, para describir lo que
ocurrió en el hemisferio sur y aportar datos a la reconstrucción de esa etapa
crucial en la historia del Planeta.
“Estos estudios no solo
son fascinantes para comprender el pasado, sino también para aprender sobre
nuestro futuro cercano”, analizó Manabe. Y advirtió en diálogo con la Agencia
CTyS-UNLaM: “Hoy, es probable que vivamos al comienzo de la sexta extinción
masiva. Necesitamos aprender de la última extinción masiva acontecida en el
límite K/Pg para no experimentar la extinción del Homo sapiens, nuestra propia especie,
en el futuro cercano”.
Por su parte, Novas
destacó: “Los fósiles que hemos encontrado nos van a permitir clarificar mucho
más sobre cómo fueron las tendencias evolutivas que tuvieron los distintos
organismos, sean plantas, caracoles, dinosaurios, tanto los pequeños como los
gigantescos, durante los últimos millones de años antes de esta extinción y,
también, para tratar de entender por qué otras especies sobrevivieron, algunas
de las cuales viven hasta nuestros días”. (Fuente: Agencia CTyS-UNLaM)
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