Hallan el festín de un nuevo dinosaurio caníbal
En épocas de escasez, algunos de los
depredadores más famosos del Jurásico se volvían carroñeros o se devoraban unos
a otros
Algunos dinosaurios
pudieron ser caníbales. Existen pruebas de que los tiranosaurios, incluido el
famoso T. rex, no solo devoraban a otros dinosaurios, sino también a los de su
propia especie, quizás tras una lucha a vida o muerte. No fueron los únicos. Un
nuevo estudio publicado en la revista PLOS ONE señala que es probable que los
alosaurios, unos grandes depredadores comunes del Jurásico, también fueran
carroñeros y practicaran el canibalismo en tiempos de escasez.
No es fácil encontrar
marcas de dientes dejados en huesos fósiles por dinosaurios carnívoros
(terópodos), pero la cantera Mygatt-Moore de Colorado (EE.UU.), que data de
hace 150 millones de años, es una excepción. Investigadores de la Universidad
de Tennessee, en Knoxville, encontraron que casi el 29% de 2.368 huesos
examinados de la cantera tenían estas marcas de mordeduras.
Tras analizar el daño
dejado por los bordes dentados de los dientes de los dinosaurios, los
científicos dedujeron que la mayor parte de los mordiscos fueron hechos por
alosaurios, numerosos en la cantera. Si bien la mayoría de las marcas
aparecieron en los huesos de dinosaurios herbívoros, aproximadamente el 17% estaban
en los huesos de otros terópodos. De estas, alrededor de la mitad fueron
dirigidas a partes del cuerpo menos nutritivas, lo que sugiere la acción de
carroñeros que llegaron después de que los mejores trozos se hubieran
descompuesto o comido por carnívoros anteriores.
Los autores sugieren que
este hallazgo inusual es el resultado de un ambiente antiguo donde los
cadáveres fueron enterrados lentamente, lo que proporcionó el tiempo suficiente
para que los carroñeros los encuentren. Probablemente, explican, estos
depredadores vivieron en un ecosistema estresado con escasez de alimentos.
Además, dado que muchas de las presuntas marcas de mordeduras de alosaurios se
encontraron en los huesos de otros alosaurios, estas podrían representar una
rara evidencia de canibalismo entre dinosaurios, y la primera de este
comportamiento en este depredador jurásico.
«Los grandes terópodos
como los alosáuridos probablemente no eran particularmente quisquillosos,
especialmente si sus entornos ya estaban limitados por los recursos. La
búsqueda de carroña y el canibalismo definitivamente estaban sobre la mesa»,
afirma Stephanie Drumheller, autora principal de la investigación.
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