Mapean en la Antártida los restos del meteorito que acabó con los dinosaurios
Un equipo de científicos
españoles y argentinos logra cartografiar en la Antártida los indicios del
meteorito que acabó con la vida de los dinosaurios en la tierra.
Los materiales
geológicos cartografiados en la isla Marambio contienen un registro fósil
excepcional, muy estudiado por científicos de todo el mundo, en el que se
concentran la mayoría de las publicaciones paleontológicas de esta zona de
Antártida, según informado hoy miércoles el Instituto Geológico y Minero de
España (IGME).
La cartografía registra
también la apertura del Estrecho de Drake, que tuvo lugar hace unos 34 millones
de años y que dio lugar al desarrollo de la Corriente Circumpolar Antártica, lo
que contribuyó al aislamiento térmico de la Antártida y al inicio de la
generación de los actuales casquetes glaciares.
El trabajo es fruto de
una investigación conjunta de investigadores del Instituto Geológico y Minero
de España (IGME) y del Instituto Antártico Argentino en esa isla, un lugar
"excepcional" del planeta por su riqueza geológica y paleontológica.
Manuel Montes,
investigador del IGME, explica en una nota de prensa que "la importancia
de esta cartografía geológica es que ayuda a comprender los grandes cambios
climáticos y paleoecológicos que tuvieron lugar en la Tierra".
El trabajo de
investigación que supone la realización del mapa representa una completa base
de datos que será usada por futuros grupos de investigadores como
paleontólogos, geoquímicos o paleoclimatólogos, según el investigador español.
La isla Marambio se
encuentra en las proximidades del extremo nororiental de la Península Antártica
y es uno de los lugares más interesantes y visitados de la Antártida por los
investigadores Su interés radica en que en ella se encuentra el estrato
geológico más extenso y austral del planeta que alberga los restos del
meteorito causante de la extinción de los dinosaurios.
Esta capa corresponde al
denominado límite K-Pg (entre las épocas geológicas Cretácico y Paleógeno), con
una edad de unos 66 millones de años. Ese nivel contiene el registro de un
cambio fundamental en la historia evolutiva de la vida en la tierra, ya que
significó la extinción de la mayoría de los grupos faunísticos dominantes hasta
entonces, como los dinosaurios y los reptiles marinos y la expansión de otros,
como los mamíferos.
Cuando el meteorito de
unos 10 kilómetros de diámetro impactó, al parecer en las costas de lo que hoy
es la península del Yucatán en México, sus cenizas se esparcieron por todo el
mundo y durante décadas estuvieron decantándose sobre toda la superficie de la
Tierra. Estas cenizas eran ricas en elementos raros como el Iridio, que
aparecen en proporciones ínfimas en la superficie de la tierra pero que son más
abundantes en los meteoritos.
La anomalía geoquímica,
junto con las extinciones de grandes grupos de fósiles, se encuentra registrada
dentro de un estrato verdoso, de unos 5 metros de espesor que a lo largo de 7
kilómetros atraviesa la isla de Marambio; esa capa verdosa se ha cartografiado
con detalle por primera vez en estos mapas.
El estudio de esta capa
puede ofrecer las claves para entender los actuales cambios climáticos y su
relación sobre la evolución de los seres vivos, destaca el IGME, y recuerda que
la importancia de estos afloramientos es tan grande que ya se plantea la
posibilidad de declarar el lugar como "Geosite" (lugar geológico de
relevancia internacional) de la Antártida.
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