La mayoría de primates de Madagascar está en peligro de extinción
Se sabe que todos los animales y plantas de la Tierra, en mayor o menor medida, peligran por la acción del hombre. Sin embargo, cuando se trata de especies endémicas —como los primates de Madagascar—, su desaparición supone todavía más desgracia para el planeta.
Actualmente, se ha estimado que 1/3 de los lémures
de esta isla están en peligro crítico de extinción. En este artículo puedes
explorar las causas de este declive que, lejos de ser reciente, se ha
intensificado en los últimos 2 años.
Situada frente a la costa oriental de África,
Madagascar cuenta con una diversidad biológica incomparable: el 80-90 % de sus
plantas y animales son endémicos, es decir, no se encuentran en ningún otro
lugar del planeta.
Madagascar se separó de la placa continental
africana hace unos 160 millones de años y luego de la masa continental india
hace 90 millones de años, lo que la convierte en la isla más antigua del mundo.
Los primates de Madagascar, los lémures, suman un
total de 107 especies diferentes. De ellas, 103 están en peligro de extinción,
y de estas últimas, 33 están en peligro crítico. Sin duda, la situación es
extremadamente grave.
Las especies, no obstante, no se extinguen por sí
mismas. El declive de los primates de Madagascar responde a una serie de
factores que, combinados entre sí, amenazan no solo con terminar con los
lémures, sino con gran parte de la vida en esta isla. A continuación, te
mostramos algunos de ellos.
Un ecosistema
verde de Madagascar.
Deforestación
agresiva
Los bosques de Madagascar se vieron reducidos a la
mitad durante el periodo comprendido entre 1953 y 2014. Desde entonces, la
presión de la deforestación, lejos de cesar, sigue minando los hábitats de los
lémures. Las selvas tropicales del este del país podrían desaparecer por
completo para 2070, según un estudio publicado recientemente en Nature Climate.
La Unión Internacional para la Conservación de la
Naturaleza (UICN) puso en marcha una estrategia de conservación de lémures a
través de la protección de estos espacios naturales. Para ello, recaudó fondos
para promover el ecoturismo, crear nuevas áreas protegidas basadas en la
comunidad y patrullar, reforestar y generar conciencia en las escuelas sobre el
tema.
Crisis
económica por el COVID-19
Madagascar es una de las naciones más pobres del
mundo. La desnutrición infantil es un problema generalizado: 1 de cada 2 niños
menores de 5 años sufren retraso en el crecimiento. Debido a la falta de
medios, en las áreas rurales muchas personas dependen de la caza para
alimentarse y de los árboles para encender fuego.
Antes de la pandemia, el turismo era uno de los
pilares de la economía de Madagascar, generando más de 300 000 puestos de
trabajo. Los ingresos en este sector ascendían a unos 900 millones de dólares
al año en un país en el que la mayoría de la gente vive con menos de 2 dólares
al día.
La interrupción del turismo por el confinamiento no
hizo más que acrecentar la pobreza de la población. Es por ello que los lémures
se convirtieron en una fuente cada vez más frecuente de carne y los bosques en
un reservorio de combustible.
La pobreza en algunas regiones promueve la
explotación no sostenible de los ecosistemas.
Extracción
insostenible de carbón
A pesar de las leyes que prohíben la tala de árboles
en áreas protegidas, varias empresas siguieron haciéndolo durante la pandemia
del COVID-19, aprovechando la gran cantidad de población empobrecida que acudía
a estos lugares en busca de trabajo. Cortar madera para carbón se convirtió en
un negocio muy rentable, pues es un combustible muy ligero y eficiente.
Los primates
de Madagascar más amenazados
Aunque casi todos los primates de Madagascar están
en peligro, algunos de ellos se encuentran muy cerca de desaparecer para
siempre. Estos son algunos ejemplos de la triste realidad actual:
Lémur saltador de Sahafary (Lepilemur
septentrionalis): su área de distribución, ya de por sí pequeña, no está dentro
de ningún área protegida, lo que ha llevado a su población a no superar la
centena en la actualidad. Gracias al programa de conservación de la IUCN ya
citado, se ha visto un rayo de esperanza para este lémur.
Sifaca de Verreaux (Propithecus verreauxi): también
en peligro crítico de extinción, su principal problema es la agresiva
deforestación de sus hábitats, los incendios y la caza.
Lémur ratón de Berthe (Microcebus berthae): es el
primate más pequeño del mundo. Está incluido en la lista de los 25 primates más
amenazados del mundo.
Lémur mangosta (Eulemur mongoz): actualmente quedan
unos 100 ejemplares de esta especie, sumando los que están en cautividad y los
salvajes. Su hábitat se ve especialmente afectado por la deforestación para la
producción de carbón.
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