Cambios en el cráneo de los tetrápodos propiciaron la conquista del medio terrestre
La aparición de los tetrápodos —vertebrados con extremidades— a partir de los peces marca uno de los acontecimientos evolutivos más importantes de la historia de la vida.
Una investigación encabezada por la Universidad de
Harvard (EE UU) aborda algunas de las cuestiones fundamentales sobre la
dinámica de esa transición aún no resueltas.
Según el estudio, publicado en la revista Nature
Ecology and Evolution, esa transición se produjo en algún momento entre el
Devónico Medio y el Tardío (hace 400-360 millones de años) y representa el
inicio de un importante cambio medioambiental, cuando los vertebrados pisaron
por primera vez la tierra.
Los investigadores calcularon que los tetrápodos
conquistaron el medio terrestre hace 390 millones de años aproximadamente
Los investigadores fueron capaces de proporcionar
una edad muy precisa para el origen de los tetrápodos. “Hace aproximadamente
390 millones de años, 15 millones de años más que el fósil de cuerpo de
tetrápodo más antiguo”, afirma Tiago Simões, autor principal del estudio.
El equipo aplicó para su estudio el análisis
evolutivo bayesiano, basado en métodos estadísticos recientemente desarrollados
para estimar con precisión el tiempo y las tasas de evolución anatómica durante
el surgimiento de este grupo, que combinaron con datos de fósiles y sus
huellas.
Adaptaciones
al medio terrestre
Además, descubrieron que la mayoría de los parientes
cercanos de los tetrápodos tenían tasas de evolución anatómica excepcionalmente
lentas, lo que sugiere que estaban bastante bien adaptados a su estilo de vida
acuático.
Sin embargo, los linajes evolutivos que condujeron a
los primeros tetrápodos se apartaron de ese patrón estable, “adquiriendo varios
de los principales rasgos adaptativos nuevos a ritmos increíblemente rápidos que
se mantuvieron durante aproximadamente 30 millones de años”, explica el
experto.
El equipo estudió además la rapidez con la que
evolucionaron las distintas partes del cuerpo —como el cráneo, las mandíbulas y
las extremidades— y la fuerza de la selección natural que actuó sobre cada una
de ellas.
El cráneo y las mandíbulas evolucionaron más rápido
que el resto del cuerpo de los tetrápodos, incluidas las extremidades
Todas las partes del esqueleto de los estos animales
estaban sometidas a una fuerte selección direccional para evolucionar a nuevos
rasgos adaptativos, pero el cráneo y las mandíbulas lo hicieron más rápido que
el resto del cuerpo, incluidas las extremidades.
“Esto sugiere que los cambios en el cráneo tuvieron
un papel más importante en las etapas iniciales de la transición de pez a
tetrápodo que los cambios en el resto del esqueleto”, destaca el investigador.
La evolución de las extremidades hacia la vida en
tierra “fue importante, pero sobre todo en una etapa posterior de la evolución
de los tetrápodos, cuando se volvieron más terrestres”, continúa.
Por ejemplo, hubo innovaciones anatómicas en el
cráneo relacionadas con la alimentación y la obtención de comida, lo que
permitió una transición de un modo de captura de presas basado en la succión —como
el de los peces— a una mordida.
Las innovaciones anatómicas en el cráneo permitieron
la transición de un modo de captura de presas basado en la succión, como el de
los peces, a una mordida
“Estos cambios prepararon a los tetrápodos para
buscar comida en tierra y para explorar nuevos recursos alimenticios que no
estaban disponibles para sus parientes peces”, comenta Simoes.
Los investigadores también descubrieron que las
rápidas tasas de evolución anatómica no estaban asociadas a las de la
diversificación de las especies. Mientras hubo muchos cambios anatómicos en
periodos cortos de tiempo geológico —que generaron altas tasas de evolución
anatómica—, el número de especies, en cambio, permaneció limitado y en números
bajos durante mucho tiempo.
“Solo después de decenas de millones de años se
diversificaron realmente y se convirtieron en un número mayor de especies”,
concluye el experto.
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