Decisiones en fracciones de segundo permiten a las ardillas saltar de árbol en árbol sin caerse
Estos roedores se desplazan a gran velocidad entre las ramas de los árboles, con una destreza que les ayuda a no cometer errores y no caer desde lo alto. Pero la tarea no es fácil porque las ramas se curvan en todas las direcciones, y pueden ser muy finas y doblarse debajo de las ardillas cuando intentan saltar en el aire, haciéndolas perder impulso de manera inmediata.
A pesar de todos estos retos, a los que se añaden
los huecos imposibles a los que en ocasiones se enfrentan al saltar, las
ardillas se mueven increíblemente bien. Estos animales han perfeccionado unas
habilidades que les permiten superar incluso los aterrizajes más complicados, y
así evitar la caída.
Los científicos han analizado los movimientos de las
ardillas con un objetivo: crear algún día el primer robot del mundo con
capacidades de ardilla
Un nuevo estudio, publicado en la revista Science,
demuestra que las ardillas salvajes tienen en cuenta varios aspectos a la hora
de moverse tan rápido, y en particular la relación entre la curvatura de las
ramas y la distancia entre ellas. El resultado es que inventan maniobras de
parkour sobre la marcha para no desprenderse de las ramas.
Pero, ¿cómo son capaces de tomar decisiones en
cuestión de segundos de manera tan exitosa? ¿Cómo deciden si dan el salto o no?
¿Tienen en cuenta sus capacidades biomecánicas para saber si podrán aterrizar o
no? Se trata de una importante cuestión de biología fundamental que une agilidad,
equilibrio y resistencia.
Por eso, el equipo, liderado por la Universidad de
California en Berkeley (Estados Unidos), que ya había estudiado los movimientos
de otros animales como las salamanquesas y las cucarachas y cómo sus cuerpos y
extremidades les ayudan en situaciones difíciles, ha analizado los movimientos
de las ardillas con un objetivo: crear algún día el primer robot del mundo con
capacidades de ardilla.
“Trasladando estos principios al diseño de robots,
esperamos desarrollar máquinas autónomas y dinámicas que puedan ir a cualquier
parte de un terreno complicado para realizar tareas como la vigilancia del
medio ambiente y la respuesta a catástrofes”, explica a SINC Nathaniel H. Hunt,
ahora en la Universidad de Nebraska, EE UU, y primer autor del trabajo.
Los resultados, que permiten entender cómo toman el
control estos animales, podrían permitir la fabricación de los robots
inteligentes más ágiles jamás construidos. Estos autómatas tendrían un mejor
control para desplazarse fácilmente por paisajes variados, como los escombros
de un edificio derrumbado en busca de supervivientes o para acceder rápidamente
a una amenaza ambiental.
Toma de
decisiones en fracciones de segundo
Los investigadores realizaron una serie de
experimentos con ardillas zorro orientales (Sciurus niger), recogidas en una
arboleda del eucaliptos del campus de Berkeley, y trataron de comprender las
decisiones que toman estos pequeños animales en fracciones de segundo cuando
saltan de rama en rama en lo alto de los árboles.
Así, comprobaron cómo aprenden a saltar desde
diferentes tipos de plataformas de propulsión —algunas flexibles, otras no— en
solo unos pocos intentos, cómo cambian la orientación de su cuerpo en el aire
en función de la calidad de su salto, y cómo son capaces de alterar sus
maniobras de aterrizaje en tiempo real, dependiendo de la estabilidad de la
percha final.
“En nuestros experimentos, las ardillas demostraron
que podían combinar la toma de decisiones flexible, un aprendizaje rápido,
movimientos de parkour innovadores y un repertorio de maniobras de recuperación
en el aterrizaje para saltar con éxito en una serie de condiciones de ramas y
huecos difíciles”, afirma a SINC Hunt.
Las ardillas, como organismo modelo, permiten
entender así los límites biológicos del equilibrio y la agilidad, y no tienen
rival, dicen los autores. “Si conseguimos entender cómo lo hacen, quizá
descubramos principios generales de locomoción de alto rendimiento en las copas
de los árboles y otros terrenos complejos que se apliquen a los movimientos de
otros animales y robots”, añade
Comentarios
Publicar un comentario