Agua en Marte: el planeta pudo haber tenido glaciares
Las redes de valles de Marte pudieron ser cavadas por glaciares, según un estudio publicado en la revista Nature Geoscience, que sugiere que entonces hacía mucho más frío del imaginado hasta ahora.
Desde el descubrimiento en 1971 por la sonda
estadounidense Mariner 9 de las redes de valles, éstas fascinan a todos.
Según la teoría dominante, serían fruto de una
erosión del suelo por agua que habría circulado en la superficie hace varios
miles de millones de años, lo que indicaría la existencia de un clima más
cálido.
Es ampliamente admitido que el planeta rojo tuvo en
el pasado agua abundante en forma líquida, con lagos, ríos y tal vez un vasto
océano que cubría la mayor parte de las planicies del norte del planeta.
"Desde hace unos cuarenta años, se supone que
ríos fluían en otro tiempo en Marte, erosionando y creando todos esos
valles", explica Anna Grau Galofre de la Universidad de Colombia-Británica
en Canadá, quien dirigió el estudio.
"Pero hay centenares de valles en Marte, y son
muy diferentes unos de otros", añade la especialista en un comunicado de
la universidad, y sugiere que diversos procesos pudieron conducir a su
formación.
Para saber un poco más, investigadores canadienses y
estadounidenses analizaron, a través de un algoritmo, más de 10 mil valles
marcianos, dejando en evidencia, para algunos, una similitud con los canales
subglaciares de la isla de Devon, en el territorio canadiense de Nunavut, a
unos mil 500 kilómetros del Polo Norte.
De la misma manera, algunos valles marcianos habrían
podido ser hechos, hace 3.800 millones de años por glaciares. El clima podría
entonces haber sido mucho más frío de lo teorizado hasta ahora, con hielo
presente en la superficie del planeta rojo.
Y, señalan los autores del estudio, en la medida que
el hielo podía actuar como protector de los canales, estas condiciones pudieron
haber favorecido la emergencia en el pasado de algún tipo de vida en Marte.
Formación de
valles de Marte
"Los hallazgos demuestran que solo una fracción
de las redes de valles coinciden con los patrones típicos de la erosión de las
aguas superficiales, que está en marcado contraste con la visión convencional.
Usar la geomorfología de la superficie de Marte para reconstruir rigurosamente
el carácter y la evolución del planeta de una manera estadísticamente
significativa es francamente revolucionario", sostiene Mark Jellinek,
profesor en el Departamento de Ciencias Terrestres, Oceánicas y Atmosféricas de
UBC.
La teoría de Grau Galofre también ayuda a explicar
cómo se habrían formado los valles hace 3.800 millones de años en un planeta
que está más lejos del sol que la Tierra, durante un tiempo en que el Sol era
menos intenso.
"La modelización climática predice que el clima
antiguo de Marte era mucho más frío durante la formación de la red de valles
-apunta Grau Galofre, actualmente becario postdoctoral de exploración SESE en
la Universidad Estatal de Arizon--. Tratamos de poner todo junto y plantear una
hipótesis que realmente no se había considerado: que las redes de canales y
valles pueden formarse debajo de las capas de hielo, como parte del sistema de
drenaje que se forma naturalmente debajo de una capa de hielo cuando hay agua
acumulada en el base".
Estos entornos también soportarían mejores
condiciones de supervivencia para una posible vida antigua en Marte. Una capa
de hielo brindaría más protección y estabilidad al agua subyacente, además de
proporcionar refugio contra la radiación solar en ausencia de un campo
magnético, algo que Marte alguna vez tuvo, pero que desapareció hace miles de
millones de años.
Si bien la investigación de Grau Galofre se centró
en Marte, las herramientas analíticas que desarrolló para este trabajo se
pueden aplicar para descubrir más sobre la historia temprana de nuestro propio
planeta.
Jellinek avanza que tiene la intención de utilizar
estos nuevos algoritmos para analizar y explorar las características de erosión
que quedan de la historia de la Tierra muy temprana.
"Actualmente podemos reconstruir rigurosamente
la historia de la glaciación global en la Tierra que se remonta a alrededor de
un millón a cinco millones de años --prosigue Jellinek--. El trabajo de Anna
nos permitirá explorar el avance y la retirada de las capas de hielo desde hace
al menos 35 millones de años, hasta los inicios de la Antártida, o antes, en el
tiempo mucho antes de la edad de nuestros núcleos de hielo más antiguos. Estos
son herramientas analíticas muy elegantes".
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