ALMA desvela galaxias en el amanecer cósmico escondidas en el polvo
Mientras investigaba datos de galaxias jóvenes y distantes observadas con el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), Yoshinobu Fudamoto, de la Universidad de Waseda y el Observatorio Astronómico Nacional de Japón (NAOJ), notó emisiones inesperadas provenientes de regiones aparentemente vacías en el espacio.
Un equipo internacional de
investigación confirmó que estas señales provenían de dos galaxias no
descubiertas hasta ahora muy oscurecidas por el polvo cósmico. Esto sugiere que
habrían más de estas galaxias de las esperadas por los investigadores que aún
pueden permanecer ocultas en el Universo temprano.
Cuando los astrónomos miran profundamente en el
cielo nocturno, están observando cómo solía verse el Universo hace mucho
tiempo. Debido a que la velocidad de la luz es finita, el estudio de las
galaxias observables más distantes nos permite vislumbrar miles de millones de
años en el pasado, cuando el Universo era muy joven y las galaxias recién
comenzaban a formarse. El estudio de este «Universo temprano» es una de las
mayores fronteras de la astronomía y es esencial para construir modelos
astrofísicos precisos y consistentes. Uno de los principales objetivos de los
científicos es identificar todas las galaxias en los primeros mil millones de
años de la historia cósmica y medir sus velocidades de crecimiento de acuerdo
con su tasa de formación estelar.
Se han realizado varios esfuerzos durante las
últimas décadas para observar galaxias distantes, que se caracterizan por
emisiones electromagnéticas con un fuerte corrimiento al rojo (desplazamiento
hacia longitudes de onda más largas) antes de llegar a la Tierra. Hasta ahora,
nuestro conocimiento de las primeras galaxias se ha basado principalmente en
observaciones con el Telescopio Espacial Hubble (HST) y grandes telescopios
terrestres, que sondean su emisión ultravioleta (UV). Sin embargo,
recientemente, los astrónomos han comenzado a utilizar la capacidad única de
ALMA para estudiar galaxias distantes en longitudes de onda submilimétricas.
Esto podría ser particularmente útil para estudiar galaxias polvorientas no
detectadas en los estudios del HST debido a que el polvo absorbe la emisión de
UV. Dado que ALMA observa en longitudes de onda submilimétricas, puede detectar
estas galaxias observando las emisiones del polvo.
Como parte de un programa extendido de observación
llamado REBELS por sus siglas en inglés (Reionization-Era Bright Emission Line
Survey), los astrónomos están utilizando ALMA para observar las emisiones de 40
galaxias seleccionadas del amanecer cósmico. Usando estos datos, algunos
investigadores han descubierto recientemente que las regiones alrededor de
algunas de estas galaxias contienen más de lo que parece.
Al analizar los datos observados para dos galaxias
REBELS, Dr. Yoshida Fudamotodel Instituto de Investigación Científica y de
Ingeniería de la Universidad de Waseda en Japón y del Observatorio Nacional de
Japón (NAOJ), notó la presencia de fuertes emisiones de polvo y emisiones de
carbono ionizado individualmente en posiciones sustancialmente compensadas con
respecto a los objetivos iniciales. Para su sorpresa, incluso equipos altamente
sensibles como el Telescopio Espacial Hubble y el Telescopio Subaru de NAOJ no
pudieron detectar ninguna emisión UV característica de galaxias luminosas desde
estas posiciones. Para comprender estas misteriosas señales, Fudamoto y sus
colegas decidieron investigar más el asunto.
En su último artículo, publicado en Nature, los
astrónomos presentan un análisis exhaustivo, revelando que estas emisiones
inesperadas provienen de dos galaxias previamente desconocidas ubicadas cerca
de los dos objetivos REBELS originales. Estas galaxias no son visibles en las
longitudes de onda de luz ultravioleta u óptica porque están casi completamente
oscurecidas por el polvo cósmico. Una de ellas además es, hasta ahora, la
galaxia oscurecida por polvo más lejana jamás descubierta.
Lo más sorprendente de este hallazgo fortuito es que
las galaxias recién descubiertas, que se formaron hace más de 13 mil millones
de años, no son extrañas en absoluto en comparación con otras galaxias
distantes conocidas en el mismo periodo. «Estas nuevas galaxias se perdieron no
porque sean raras, sino solo porque están completamente oscurecidas por el
polvo», explica Fudamoto. Si bien es poco común encontrar estas galaxias
polvorientas en los inicios del Universo (menos de mil millones de años después
del Bigbang), lo que sugiere que el recuento actual de galaxias se encuentra
probablemente incompleto y requerirá de estudios más profundos. “Es posible que
nos estemos perdiendo una de cada cinco galaxias del Universo temprano” agrega
Fudamoto.
Los investigadores esperan que la capacidad sin
precedentes del Telescopio Espacial James Webb (JWST) y su fuerte sinergia con
ALMA conduzcan a avances significativos en este campo en los próximos años. “El
estudio de galaxias oscurecidas por el polvo, como las que encontramos esta
vez, será uno de los principales objetivos de los estudios de JWST y ALMA en un
futuro próximo”, afirma Fudamoto.
Este estudio constituye un paso importante para
descubrir cuando comenzaron a formarse las primeras galaxias en el Universo
primitivo, lo que a su vez nos ayudará a comprender dónde nos encontramos hoy.
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