El intento de salvar una mariposa termina en una invasión de avispas hiper-parasitoides en Finlandia
Que los intentos por salvar una especie suelen dar sorpresas es bien sabido. Pero algunas sorpresas resultan más llamativas que otras. Por ejemplo, la que se encontraron los investigadores que introdujeron unas larvas de mariposa en unas islas de Finlandia: las larvas venían infectadas por avispas parasitoides. Y las avispas parasitoides, a su vez, estaban infectadas por otras avispas hiperparasitoides, como si de una muñeca rusa se tratase.
La idea era reintroducir una mariposa conocida como
doncella punteada (Melitaea cinxia) en una isla que forma parte de hábitat
natural, y estudiar cómo se desarrollaba para comprobar si la estrategia
funcionaba. Y para comenzar, liberaron orugas de esta mariposa en la isla.
Pero las orugas estaban infectadas por una avispa
parasitoide, Hyposoter horticola. La diferencia entre un parásito y un
parasitoide es que los parásitos no suelen matar a su hospedador, salvo por
error. En cambio, los parasitoides matan a su hospedador como parte de su ciclo
vital.
En este caso en concreto, la avispa parasitoide
crece como larva dentro de la oruga, y la va consumiendo desde dentro. Justo
antes de que la oruga pupe y se transforme en mariposa, la avispa parasitoide
mata a la oruga, y emerge como avispa adulta.
Bueno, o lo haría si las avispas parasitoides no
estuviesen a su vez infectadas por otra especie, también de avispa. En este
caso la especie se llama Mesochorus cf. stigmaticus, y es una especie
hiper-parasitoide, que es como llamamos a un parasitoide - un parásito que mata
a su hospedador - cuyo hospedador es una especie parasitoide.
La avispa hiper-parasitoide mata a la parasitoide
antes de que emerja, y luego emplea unos diez días en terminar su desarrollo y
emerger ella. Es decir, que la oruga muere antes de convertirse en mariposa
porque la mata la avispa parasitoide, que justo en ese momento muere a causa de
la avispa hiper-parasitoide, que a su vez aprovecha diez días ambos cadáveres
para alimentarse y crecer.
Contado así, parece un fracaso para la conservación.
Y en parte lo es, pero sorprendentemente, no del todo. Es cierto que ahora la
isla está invadida por las avispas parasitoides e hiper-parasitoide, con el
impacto que eso tiene para la supervivencia de la especie que se quería
proteger.
Sin embargo, las poblaciones de mariposa se
mantienen más o menos estables, y el efecto de las especies parásitas, tanto la
parasitoide como la hiper-parasitoides, no está siendo tan dramático como se
podía pensar.
Pero también es cierto que las dos especies de
avispa han conseguido colonizar las islas cercanas a donde se introdujeron las
orugas en un primer momento, la isla de Sottunga. Ahora, el archipiélago de
Åland tiene como habitantes a estas dos especies.
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