Gusano Bobbit, el depredador jurásico viviente de las profundidades

 

El gusano Bobbit, Bobbitt o Gusano de arrecife gigante (Eunice aphroditois) es una especie de anélido poliqueto de la familia Eunicidae. 

Vive en el fondo oceánico, donde entierra su cuerpo en un lecho de arena, grava, barro o corales, espera pacientemente a un estímulo en una de sus cinco antenas y ataca cuando detecta a una presa. Con un tamaño que varía de menos de 10 centímetros a unos 3 metros de largo, está armado con dientes afilados, y es capaz de atacar a velocidades tales que corta a su presa en dos. Aunque el gusano caza, es omnívoro.

El Eunice aphroditois posee un cuerpo anillado cubierto por un exoesqueleto duro. Su cuerpo suele medir aproximadamente 1 metro de largo y el espécimen más grande conocido registrado alcanzó los 299 centímetros de largo. Son conocidos por tener los cuerpos más largos entre los gusanos poliquetos. A pesar de alcanzar estas longitudes, sus cuerpos son bastante delgados con un ancho de aproximadamente 2,5 cm.

Poseen dos ojos y cinco antenas en la cabeza que utilizan para detectar a sus presas. Las mandíbulas pueden retraerse dentro de su cuerpo y las utiliza para golpear y aturdir a su presa, llegando a partirlas por la mitad. Su método de caza consiste en emboscarse en suelos de sedimentos blandos y atacar al detectar una presa cerca.

La coloración de la especie varía de marrón oscuro a rojo dorado, y presenta una iridiscencia púrpura. Como en muchas otras especies de Eunice, un anillo blanco o pálido recorre su cuarto segmento corporal.

Uno de los especímenes más grande se encontró en el puerto pesquero de Japón Seto en 2009. Medía 299 cm. de largo, pesaba 433 g. y su cuerpo estaba formado por 673 segmentos

El gusano bobbit se alimenta de peces, calamares, pulpos, crustáceos y hasta pequeños tiburones como pintarrojas. Se ha observado a estos gusanos cazando peces león o incluso peces piedra. Cuando captura a su presa, se retrae a su madriguera para digerirla. También se alimenta de algas y otras plantas marinas, y si no consigue presas busca restos en la superficie de su madriguera.

Según Luis F. Carrera-Parra y Sergio I. Salazar-Vallejo, ecologistas especializados en anélidos poliquetos en El Colegio de la Frontera Sur en Campeche, México, los eunícidos inyectan "... una toxina que narcotiza o mata al animal, de manera que pueda ser ingerido de manera segura —especialmente si son más largos que el gusano— y luego digeridos".

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