¿La Tierra es hueca?
Cada vertiente de la ciencia tiene sus detractores. Astronomía, paleontología o geología se topan, y no en pocas ocasiones, con las reticencias, cuando no la abierta confrontación, de personas que, pertinazmente, niegan las evidencias científicas.
A terraplanisas, dino-negacionistas, creacionistas…
se les suma otro grupo, no menos numeroso pero menos conocido: el de los
defensores de la ‘Tierra Hueca’.
Los defensores de esta creencia propugnan que el
Planeta Tierra es una gran bola hueca en el que existen dos aberturas, una en
cada polo, que son custodiadas y mantenidas en secreto por algunos gobiernos
del mundo, así como un sistema de galerías destinado a comunicar lugares
distantes a través del subsuelo.
Otras versiones de la creencia afirman que en el
interior de la Tierra flota un sol que da vida a una tierra interior y habitada
sin noches, con clima tropical y gravedad de 6,7 g. Otras afirman que el
movimiento de las placas tectónicas se debe a que la Tierra está aumentando de
tamaño. En el centro de las aberturas de cada polo no habría gravedad y el mar
se hundiría por una de ellas hasta salir por la otra, lo que serviría de ruta
naval y migratoria hacia el interior. De modo afín a otras teorías de
conspiración, se sostiene que este conocimiento está oculto debido a una gran
conspiración en la que «están involucrados los dirigentes mundiales, la NASA,
Google Earth» etc, que conocen perfectamente el tema pero se han confabulado
para ocultarlo.
Otro argumento común entre los creyentes es que la
exploración del interior de la Tierra no ha sido significativa, ya que la
máxima perforación, realizada en el Pozo Superprofundo Kola en Siberia, es de
12,3 km, el 0,1 % del diámetro terrestre.
La creencia en la Tierra hueca fue creada posiblemente por Athanasius Kircher en 1665, con su obra Mundus subterraneus, quo universae denique naturae divitiae, si bien se considera a uno de sus primeros promotores modernos al escritor italiano F. Amadeo Giannini, quien en 1958 publicó Physical Continuity of the Universe and Worlds Beyond the Poles: a Condensation (‘La continuidad física del universo y los mundos más allá de los polos: un resumen’), en que afirmaba que en febrero de 1947, el aviador estadounidense Richard E. Byrd (1888-1957) había intentado ser el primer humano en llegar al polo norte.
Según Giannini, Byrd primero vio un mamut lanudo vivo
cerca del polo norte, a plena luz del sol. Después ingresó con su avión unas
2300 millas a través de una entrada hacia el centro de la Tierra. Allí tuvo un
encuentro con un humanoide de otro mundo, que advirtió a la humanidad que
buscaran la paz y no la guerra. Según Giannini, Richard E. Byrd había escrito
todo esto en un diario secreto.
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Este es un tema alucinante, y sin dudas hay una civilización muy antigua viviendo allí. La pregunta sería más hacia "Qué está ocurriendo con ellos" actualmente. Tal vez si ellos se unieran a nosotros en esta última saga por la libertad humana, podríamos ayudarnos mutuamente. Desconozco su punto de vista sobre lo que pasa en la superficie, aunque su ausencia habla por si misma. Uno es responsable por lo que hace, y también por lo que no hace.
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