¿Sabías que los árboles también sufren tumores?
Los tumores en los árboles, llamados lupias o lobanillos, lejos de ser tan temidos o detestados como los tumores en animales, son muy valorados debido al diseño arremolinado de sus fibras. También ayuda que no puedan extenderse y acabar con la vida del árbol.
Una lupia o lobanillo es un abultamiento redondeado
formado en el tronco o las ramas de un árbol, generando deformaciones cuya
madera está llena de pequeños nudos producidos por yemas latentes. La madera de
estas excreencias, conocida comercialmente como madera de raíz, es muy
apreciada en ebanistería por su bello aspecto.
Una lupia es un tipo de agalla que afecta al tejido
leñoso de las plantas, resultado de alguna perturbación sufrida por un árbol.
Puede ser causada por una lesión a través de la que se introducen en la planta
los microorganismos que generan el crecimiento desordenado de las fibras
leñosas. La mayoría de los nódulos se desarrollan bajo del suelo, adheridos a
las raíces como un tipo de tumores que generalmente no se descubren hasta que
el árbol muere o se cae. Estos nudos a veces aparecen como grupos de
protuberancias bulbosas conectadas por un sistema de raíces en forma de cuerda.
Casi toda la madera del nódulo está recubierta por corteza, incluso si está
bajo tierra. Las causas más habituales que generan estos nódulos son los
ataques de los insectos, la poda o la fractura accidental de las ramas, que
propician las infecciones causadas por hongos, mohos, bacterias o virus.
En algunas especies de árboles, los nudos pueden
crecer hasta alcanzar grandes tamaños. Entre los más grandes, se encuentran los
formados en las secuoyas costeras (Sequoia sempervirens), en las que alcanzan
tamaños de hasta 26 pies (8 m), y pueden rodear todo el tronco. Cuando hay
humedad, estos nudos pueden hacer crecer nuevas secuoyas. Otro lugar donde se
han localizado algunas de las lupias más grandes del mundo es Port McNeill
(Columbia Británica).
Uno de los nudos más grandes conocidos se encontró
alrededor de 1984 en la pequeña ciudad de Tamworth, Nueva Gales del Sur. Estaba
situado a 6,4 pies (2 m) de altura, con una forma extraña que se asemeja a un
trombón. En enero de 2009, este nódulo fue retirado de su ubicación original de
manera controvertida y trasladado a una escuela pública en la ciudad de Dubbo,
en el centro de Nueva Gales del Sur.
Madera de Raíz
Las lupias producen la madera de raíz, un tipo
peculiar de madera muy apreciada por su belleza y rareza, caracterizada por el
aspecto arremolinado de sus fibras. Es utilizada por fabricantes de muebles,
artistas y escultores de madera. Hay varios tipos bien conocidos de madera de
raíz (cada uno de una especie en particular). Son muy valorados, y se cortan en
chapas para muebles, incrustaciones en puertas, marcos de cuadros, objetos
domésticos, paneles y molduras interiores de automóviles, instrumentos musicales
y torneado de madera.
La madera de raíz es muy difícil de trabajar con
herramientas manuales o en un torno, porque su veta está retorcida y
entrelazada, lo que hace que se astille y se rompa de manera impredecible. Esta
"veta salvaje" hace que sea extremadamente densa y resistente a las
roturas, siendo adecuada para fabricar cuencos y las mazas utilizadas para
martillar cinceles y clavar clavijas de madera.
Pese a lo que parece indicar su nombre, la madera de
raíz no se extrae de las raíces de los árboles, sino que como ya se ha
comentado, procede de las excreencias que se forman en los troncos de numerosos
tipos de árboles, entre los que se pueden citar por su interés comercial
especies como abedul, castaño, arce, eucalipto, fresno, nogal o sequoia.
Furtivos
Las lupias producen la madera de raíz, un tipo
peculiar de madera muy apreciada por su belleza y rareza, caracterizada por el
aspecto arremolinado de sus fibras. Es utilizada por fabricantes de muebles,
artistas y escultores de madera. Hay varios tipos bien conocidos de madera de
raíz (cada uno de una especie en particular). Son muy valorados, y se cortan en
chapas para muebles, incrustaciones en puertas, marcos de cuadros, objetos
domésticos, paneles y molduras interiores de automóviles, instrumentos
musicales y torneado de madera.
La madera de raíz es muy difícil de trabajar con
herramientas manuales o en un torno, porque su veta está retorcida y
entrelazada, lo que hace que se astille y se rompa de manera impredecible. Esta
"veta salvaje" hace que sea extremadamente densa y resistente a las
roturas, siendo adecuada para fabricar cuencos y las mazas utilizadas para
martillar cinceles y clavar clavijas de madera.
Pese a lo que parece indicar su nombre, la madera de
raíz no se extrae de las raíces de los árboles, sino que como ya se ha
comentado, procede de las excreencias que se forman en los troncos de numerosos
tipos de árboles, entre los que se pueden citar por su interés comercial
especies como abedul, castaño, arce, eucalipto, fresno, nogal o sequoia.
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