Ecuador inaugura una reserva en Galápagos y sella la mayor área marina protegida
Ecuador inauguró este viernes una amplia reserva en torno a Galápagos en una ceremonia en aguas del archipiélago y con la participación de líderes internacionales que quisieron respaldar una decisión que supone un paso más en el establecimiento de la mayor área marina protegida del planeta.
La cita, que contó con la presencia del mandatario
colombiano, Iván Duque; el expresidente estadounidense Bill Clinton y
delegaciones de alto nivel de Costa Rica y Panamá, tuvo lugar a bordo del navío
Sierra Negra, atracado en la bahía de Puerto Ayora, en la isla Santa Cruz.
“Un océano protegido, nos protegerá a nosotros del
cambio climático”, manifestó el presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, tras
firmar el decreto ejecutivo que oficializa la creación de esta nueva reserva
que comprende 60.000 kilómetros cuadrados, que se sumarán a las áreas
protegidas existentes de 138.000.
RESERVA
HERMANDAD
Un selecto grupo de dignatarios y personalidades,
entre ellos la reconocida ambientalista y presidenta de la organización Mission
Blue, Sylvia Earle, seis ministros del Gobierno ecuatoriano, representantes
diplomáticos y las delegaciones visitantes tomaron parte en el evento que se
desarrolló en la cubierta de popa de la embarcación, anclada a medio kilómetro
del puerto de la isla.
“Puede que seamos un territorio de dimensiones
pequeñas, puede que nuestra huella ambiental sea ínfima comparada con la de
países más ricos, pero el planeta también es nuestro y hoy ante el desafío de
protegerlo nos agrandamos más” dijo Lasso tras la firma del decreto que sellaba
la reserva marina denominada Hermandad.
El Gobierno de Ecuador considera un “hito” la
decisión, anunciada en noviembre en la cumbre climática COP26 celebrada en
Glasgow (Reino Unido), y que forma parte “del mayor canje de deuda por
conservación hecho en el mundo”, según explicó entonces Lasso.
La nueva reserva establecerá un corredor marino
entre las Galápagos y la costarricense isla del Coco, conocido como la
“migravía” por ser lugar de paso de decenas de especies protegidas.
En la cumbre de Glasgow, los presidentes de Ecuador,
Panamá, Costa Rica y Colombia firmaron un acuerdo para la protección del
corredor y adelantaron el establecimiento de un área de decenas de miles de
kilómetros cuadrados para conservar especies únicas en el Pacífico Este
Tropical.
“Para nosotros, haber hecho ese pronunciamiento
representaba un mensaje para el mundo: El área protegida marina más grande de
todo el planeta”, aseguró el presidente colombiano Duque, quien encomió la
decisión adoptada hoy por Lasso que, según él, muestra que “mientras todavía se
trata de llegar a acuerdos, ya cuatro países de esta región hemos llegado a un
acuerdo sin precedentes”.
El dirigente colombiano insistió en que proteger las
áreas marinas no solo pasa por asegurar que no estén sometidas a explotación,
sino “garantizar la supervivencia de más del 40% de las especies marinas en
todo el mundo”.
Duque también adelantó que antes de que concluya su
mandato en agosto, el 30% del territorio de Colombia será declarado como área protegida,
tanto en la superficie como en su región marítima.
CORREDOR
MEGADIVERSO
Con el acuerdo alcanzado entre los cuatro países del
Pacífico tropical, se busca un manejo sostenible de las islas del Coco (Costa
Rica), Galápagos (Ecuador), Malpelo (Colombia) y Coiba (Panamá) y conservar ese
corredor marino que fluye entre ellas, considerado uno de los más biodiversos
del mundo.
Por su parte, Clinton, reconocido hoy por sus
anfitriones como el primer expresidente estadounidense que visita las
Galápagos, agradeció a los gobernantes pero también a la ciudadanía y a las ONG
su impulso para que esta gran acción de conservación resultara posible.
“Señor presidente, lo que ha hecho hoy es un ejemplo
de cómo lidiar con este problema masivo de la destrucción de especies en estas
aguas”, le trasladó a Lasso, del que resaltó su fórmula para incluir actores no
gubernamentales en el canje de deuda ambiental.
La reserva proyectada en torno a las islas
ecuatorianas, declaradas en 1978 patrimonio natural de la humanidad por la
Unesco, contribuirá también a limitar la pesca indiscriminada en esta zona del
Pacífico tropical, habitada por un 95% de especies únicas.
Esta área protegida contará con 30.000 kilómetros de
zona de no producción pesquera que se ubica sobre la cordillera de los Cocos y
30.000 kilómetros de veto al palangre, ubicada a continuación de la reserva
marina hacia el noroeste y que servirá de laboratorio viviente para el
desarrollo de investigaciones científicas.
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