Hallan dos nuevas especies de abejas en resina que se extinguieron antes de ser descubiertas
Los bosques del este de África y los bosques costeros de Madagascar se encuentran entre los ecosistemas más amenazados del mundo. Más del 90 por ciento de la tierra forestal ha sido talada; solo en 2020, se perdieron 241 kilohectáreas de árboles en Madagascar.
"Sin embargo, estas áreas todavía se consideran
'puntos críticos de biodiversidad'", explica en un comunicado la Dra.
Mónica M. Solórzano Kraemer del Instituto de Investigación Senckenberg y el
Museo de Historia Natural de Frankfurt, y continúa: "Sin embargo, su
biodiversidad era incomparablemente mayor en el pasado: como hemos aprendido de
las inclusiones de insectos en resinas fosilizadas, entre otras cosas".
Junto con un equipo de España (Universidad de
Barcelona e Instituto Geológico y Minero de España-CSIC), Estados Unidos
(Universidad de Kansas) y Alemania (Helmholtz-Zentrum Hereon-DESY), Solórzano
Kraemer examinó varias de estas resinas de árboles (así -llamadas "resinas
de defaunación") y copales. Dentro de las resinas, los investigadores
encontraron inclusiones de abejas sin aguijón (Meliponini), la más joven que
data de 2015, la más antigua de hace unos 3.000 años. Entre los 36 especímenes
estudiados, los investigadores identificaron tres especies ya conocidas por la
ciencia, así como dos especies no descritas anteriormente: Axestotrigona
kitingae sp. nov. y Hypotrigona kleineri sp. nov.. "Hoy, África oriental y
el este de Madagascar son paisajes muy fragmentados. Por lo tanto, asumimos que
las especies recién descubiertas ya están extintas en este momento", dice
Solórzano Kraemer, y explica: "Las especies de Meliponini son muy
sensibles a los cambios ambientales, ya que estas especies de abejas sociales
que viven en colonias dependen del polen, el néctar y la resina de la flora
circundante. Por esta razón, además de los extensos cambios antropogénicos en
el hábitat durante los últimos 150 años en todo el este de África, parece poco
probable que estas especies aún sobrevivan".
En su estudio, los investigadores se refieren a una
"pérdida oculta" de biodiversidad: la extinción de especies antes de
que puedan ser descubiertas y descritas en su entorno natural.
"Hasta ahora, la ciencia se ha centrado
principalmente en las inclusiones en el ámbar. Sin embargo, la resina y los copales
conservan los organismos en condiciones comparativamente buenas, lo que los
convierte en herramientas importantes para rastrear los cambios en los
conjuntos de fauna. Nos revelan cómo era el mundo de los insectos antes del
comienzo del Antropoceno, la edad de influencia humana, y por lo tanto
definitivamente debería recibir una mayor atención", agrega Solórzano
Kraemer como conclusión
.-
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