Erupciones masivas en Siberia provocaron la megaextinción del Pérmico hace 252 millones de años
Una nueva forma de aprendizaje automático ha sido
aprovechada para desentrañar las causas de la extinción masiva en los océanos
durante el Pérmico, la mayor en la historia de la Tierra.
Hace 252
millones de años, una serie de erupciones volcánicas en Siberia provocaron una
liberación masiva de gases de efecto invernadero y en el transcurso de los
siguientes milenios, el clima acabó calentándose diez grados. Como
consecuencia, en la Tierra se extinguió aproximadamente el 75% de los
organismos y en los océanos, la cifra fue de aproximadamente el 90%.
Al analizar
cómo vivían los organismos marinos ahora extintos, el doctor William J. Foster,
de la Universidad de Hamburgo (Alemania), y su equipo pudieron relacionar
directamente su extinción con los siguientes cambios climáticos: disminución de
los niveles de oxígeno en el agua, aumento de la temperatura del agua y, muy
probablemente, también la acidificación del océano. El estudio se publica en
Paleobiology.
Estos
cambios son similares a las tendencias actuales. "No hace falta decir que
nuestros hallazgos sobre el Pérmico no pueden aplicarse al cambio climático
moderno de forma unívoca. Los dos sistemas climáticos son demasiado
diferentes", advierte el geocientífico--. Sin embargo, muestran qué rasgos
eran críticos para la supervivencia o la extinción de un organismo, en
condiciones similares. Esto puede ofrecernos valiosos indicadores de quién o
qué correrá mayor riesgo en el futuro", asegura.
En
concreto, el equipo analizó más de 25.000 registros sobre 1283 géneros de
organismos marinos fósiles como bivalvos, caracoles, esponjas, algas y
crustáceos de la región del sur de China, todos ellos con esqueletos minerales
o caparazones. Sus restos fosilizados pueden datarse con un método especial, lo
que permite conocer los ecosistemas marinos desde hace millones de años. El
equipo también recurrió a una enorme base de datos que ofrece información
adicional sobre diversos aspectos ecológicos de cómo vivían estos organismos.
Para cada
género, se analizaron doce de estos criterios. Con la ayuda del aprendizaje
automático, un método procedente del campo de la Inteligencia Artificial, se
analizaron todos estos factores de forma conjunta y simultánea. En el proceso,
la máquina tomó esencialmente ciertas decisiones racionales por sí misma. Una
vez hecho esto, el equipo comparó los resultados para saber qué organismos había
antes, durante y después de la extinción masiva.
Sus
hallazgos revelan los cuatro factores que fueron más esenciales para que los
organismos sobrevivieran o no al final del Pérmico: en qué lugar del agua
vivían, la mineralización de sus conchas, la diversidad de especies dentro de
su género y su sensibilidad a la acidificación. "Pero con las aplicaciones
anteriores de aprendizaje automático, no podíamos decir cómo la máquina tomaba
sus decisiones", señala.
Utilizando
un método recién implementado de la teoría de juegos, el doctor Foster ha
logrado ahora desentrañar este aspecto. "Algunos animales vivían en aguas
más profundas. En este caso, la máquina demuestra que la creciente falta de
oxígeno suponía un riesgo. En cambio, los animales que vivían más cerca de la
superficie tenían que lidiar con el aumento de la temperatura del agua
--explica--.
Además, cuando uno tiene un hábitat limitado, no
tiene adónde ir cuando ese hábitat específico se vuelve inhabitable".
Así, los
resultados muestran qué rasgos de los organismos se determinaron como
potencialmente mortales. El equipo pudo confirmar finalmente que la extinción
masiva puede atribuirse directamente a la desoxigenación, el aumento de la
temperatura del agua y la acidificación, lo que indica que, en una futura
crisis climática, éstas podrían ser también las tres principales causas de
extinción a largo plazo.
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