ANTÁRTIDA ✔ Miles de terremotos alertan de la inminente erupción del volcán submarino de Orca
Los sismos que se han percibido en las últimas
semanas en la Antártica activaron una serie de estudios y coordinaciones
técnico científicas para establecer sus causas y determinar los pasos a seguir.
En el territorio antártico chileno la actividad
volcánica se desarrolla entre las islas Shetland del Sur y la península
antártica, a lo largo del Estrecho de Bransfield . Esta zona presenta
condiciones geodinámicas de extensión como consecuencia de una compleja
interacción de las placas tectónicas Scotia, Antártica y la antigua placa de
Phoenix. «En consecuencia, a diferencia de Los Andes, donde el volcanismo se
produce por subducción o choque de placas, en el caso de Bransfield el
volcanismo se genera por la separación de las placas tectónicas»
La región se caracteriza por una cadena de volcanes
subaéreos que forman islas, y también por montes submarinos, explica,
recordando que la actividad volcánica más reciente en la zona ocurrió en la
Isla Decepción entre los años 1967 y 1970, la cual destruyó la base antártica
chilena Pedro Aguirre Cerda y otra británica.
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Dirigido por
Simone Cesca del Centro Alemán de Investigación de Geociencias (GFZ) de
Potsdam, participaron investigadores de Alemania, Italia, Polonia y Estados
Unidos. Con la aplicación combinada de técnicas sismológicas, geodésicas y de
teledetección, pudieron determinar cómo la rápida transferencia de magma desde
el manto de la Tierra cerca del límite entre la corteza y el manto hasta casi
la superficie condujo al terremoto del enjambre.
Los terremotos de enjambre ocurren principalmente en
regiones volcánicamente activas. Por lo tanto, se sospecha que el movimiento de
fluidos en la corteza terrestre es la causa. El monte submarino Orca es un gran
volcán en escudo submarino con una altura de unos 900 metros sobre el fondo del
mar y un diámetro de base de unos 11 kilómetros. Se encuentra en el Estrecho de
Bransfield, un canal oceánico entre la Península Antártica y las Islas Shetland
del Sur, al suroeste del extremo sur de Argentina.
En el pasado, la sismicidad en esta región era
moderada. Sin embargo, en agosto de 2020, comenzó allí un intenso enjambre
sísmico, con más de 85.000 terremotos en medio año. Representa el mayor
disturbio sísmico jamás registrado allí«, informa Simone Cesca, científico en
la Sección 2.1 Física de terremotos y volcanes de GFZ y autor principal del
estudio ahora publicado. Al mismo tiempo que el enjambre, se registró un
desplazamiento lateral del suelo de más de diez centímetros y un pequeño
levantamiento de aproximadamente un centímetro en la vecina isla Rey Jorge.
Cesca estudió estos eventos con colegas del
Instituto Nacional de Oceanografía y Geofísica Aplicada – OGS y la Universidad
de Bolonia (Italia), la Academia Polaca de Ciencias, la Universidad Leibniz de
Hannover, el Centro Aeroespacial Alemán (DLR) y la Universidad de Potsdam. El
desafío fue que hay pocos instrumentos sismológicos convencionales en el área
remota, a saber, solo dos estaciones sísmicas y dos GNSS (estaciones terrestres
del Sistema Global de Navegación por Satélite que miden el desplazamiento del
suelo).
Para reconstruir la cronología y el desarrollo de
los disturbios y determinar su causa, el equipo analizó además datos de
estaciones sísmicas más lejanas y datos de satélites InSAR, que utilizan
interferometría de radar para medir los desplazamientos del suelo. Un paso
importante fue el modelado de los eventos con una serie de métodos geofísicos
para interpretar los datos correctamente.
Los
investigadores retrocedieron el inicio de los disturbios hasta el 10 de agosto
de 2020 y extendieron el catálogo sísmico global original, que contiene solo
128 terremotos, a más de 85,000 eventos. El enjambre alcanzó su punto máximo
con dos grandes terremotos el 2 de octubre (Mw 5,9) y el 6 de noviembre (Mw
6,0) de 2020 antes de disminuir. Para febrero de 2021, la actividad sísmica
había disminuido significativamente.
Los científicos identifican una intrusión de magma,
la migración de un mayor volumen de magma, como la causa principal del
terremoto de enjambre, porque los procesos sísmicos por sí solos no pueden
explicar la fuerte deformación superficial observada en la Isla Rey Jorge. La
presencia de una intrusión volumétrica de magma se puede confirmar de forma
independiente sobre la base de datos geodésicos.
A partir de su origen, la sismicidad primero migró
hacia arriba y luego lateralmente: los terremotos agrupados más profundos se
interpretan como la respuesta a la propagación vertical del magma desde un
reservorio en el manto superior o en el límite entre la corteza y el manto,
mientras que los terremotos corticales más superficiales se extienden de NE a
SO. desencadenado en la parte superior del dique de magma que crece
lateralmente, que alcanza una longitud de unos 20 kilómetros.
La sismicidad disminuyó abruptamente a mediados de
noviembre, luego de cerca de tres meses de actividad sostenida, en
correspondencia con la ocurrencia de los mayores sismos de la serie, con una
magnitud Mw 6,0. El final del enjambre se puede explicar por la pérdida de
presión en el dique de magma, que acompaña al deslizamiento de una gran falla,
y podría marcar el momento de una erupción en el fondo marino que, sin embargo,
aún no se ha podido confirmar con otros datos.
Mediante el modelado de datos GNSS e InSAR, los
científicos estimaron que el volumen de la intrusión magmática de Bransfield
está en el rango de 0,26-0,56 km. Eso hace que este episodio también sea el
mayor disturbio magmático jamás monitoreado geofísicamente en la Antártida.
Simone Cesca resume: «Nuestro estudio representa una
nueva investigación exitosa de un disturbio sísmico-volcánico en un lugar
remoto de la Tierra, donde la aplicación combinada de técnicas de sismología,
geodesia y teledetección se utilizan para comprender los procesos sísmicos y el
transporte de magma en áreas pobremente instrumentadas. Este es uno de los
pocos casos en los que podemos usar herramientas geofísicas para observar la
intrusión de magma desde el manto superior o el límite entre la corteza y el
manto hacia la corteza superficial: una transferencia rápida de magma desde el
manto hasta casi la superficie que toma solo unos pocos días.»
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